domingo, 5 de mayo de 2024

Con azúcar mejor


¡Claro que voy con Kevin!, no tengo inconveniente en reconocerlo, el danés es de lo poquito que nos queda de los viejos tiempos y, además, es guarrete old school y poco o nada ventajista, al estilo Ocon o Hamilton, en apariencia deportistas pero feroces competidores sólo si la FIA o el equipo hacen que están mirando para otro lado. Magnussen es bastante demócrata con esto y desde luego más honesto, como Juancho Montoya, que repartía igual arriba que abajo o a los lados.

En las carreras puedes ser un Ralf Schumacher o un Montoya, ya que lo hemos mencionado, lo que pasa es que han llenado la cabeza de grillos a la chavalería y ahora, sus dignísimos representantes en redes sociales, mientras reviven Rush en bucle por lo del apasionamiento, prefieren discutir sobre el Código Deportivo, el VAR, o si ha sido amarilla o roja directa, porque no saben ni a quién han homenajeado el pasado miércoles.

Hasta en la película Ferrari Enzo se lo explicaba meridiano a De Portago: Behra no va a frenar porque si piensas en el rival, en tu integridad o en la del coche, pierdes...

Que se lo hagan mirar un poco, o, si hace el caso, que echen una miradita a las últimas vueltas del Gran Premio de Hungría 2006 y vean cómo se revuelve Michael Schumacher contra De la Rosa. El español y el alemán luchaban por el tercer cajón del podio, uno compitiendo limpio y el otro totalmente desatado... 

¿Qué queréis que os diga?, independientemente de que unos me caigan mejor que otros, a este tipo de pilotos los adoro porque me reconcilian con el pasado. Luego me ciscaré en sus muertos si me pisan el pie, pero si se lo pisan a Hamilton con los comisarios mirando con lupa, me arrodillo y me quito la gorra como hizo Lauda ante Alonso en Monza.

La vida mejor con azúcar, pero si hay que tirar de edulcorante, al menos elijamos la mejor sacarina y no la porquería que nos están vendiendo.

Os leo.

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