jueves, 2 de mayo de 2024

Hasta la última esencia


No supuso buena idea «desautorizar» a la FIA con el asunto Andretti, pues, si la norteamericana cumplía los requisitos como candidata a undécima escudería de la parrilla, lo lógico habría sido tender puentes en vez levantar una pared de hormigón que, a la vista está, no favorece a nadie.

Ben Sulayem y su gente ya dieron muestras durante 2023 de su capacidad de aplicar el Reglamento a rajatabla. El caso es que, la Federación, que no es un lugar demasiado eficiente, nos ha venido a demostrar que el Código Deportivo —consensuado con todos los equipos antes de ser aprobado y pasado a negro sobre blanco— se puede convertir en un revólver cargado en manos de un chimpancé borracho, y hacer muchísimo daño al espectáculo y la imagen misma del deporte.

De momento ya estamos haciendo el ridículo en ese país a cuya afición Liberty Media pretendía amamantar de sus tibios pechos [El Congreso de los EE.UU. exige respuestas a Liberty sobre el rechazo a Andretti F1]. Bueno, ¡es Liberty!, dirán algunos, ¡que se jodan!, dirán otros, pero como telón de fondo tenemos una competición devaluada hasta mínimos insospechados, y en buena medida gracias a la intervención de la FIA.

Si los británicos, con David Richards a la cabeza, no hubiesen pretendido romper el statu quo descabalgando por las bravas a Mohammed Ben Sulayem, situación que beneficia a Liberty, y de qué manera, seguramente el dubaití no se habría defendido como gato panza arriba y nos habríamos ahorrado algunos disgustos...

Es una opinión totalmente personal, obviamente, pero queda meridiano, o me lo parece, que Liberty, Richards y Wolff, entre otros cuantos, nunca esperaron despertar a un tigre que, para defenderse, está utilizando la legalidad que FOM y los equipos han ayudado a establecer. ¿La Normativa es una castaña? Bueno, creo que todos coincidimos en eso. ¿Quienes son elegidos para aplicarla dejan muchísimo que desear? Tampoco creo que aquí haya mucho espacio para el debate...

Escribía hace escasamente dos semanas que no existe voluntad de arreglar nada [Pobres niños ricos], pero va pasando el tiempo y esto no hace otra cosa que empeorar, y sí, me apetecía reiterarlo aunque suponga predicar en el desierto.

Os leo.

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