El lunes me dice el cartero que tiene un paquete para mí que no cabe en el buzón y ayer me lo entrega. Hasta aquí todo bien, que decía aquél. Lo abro y se me cae un lagrimón de alegría, porque la última pieza de mi colección a escala 1/43, será, de momento, un elegantísimo Buick Roadmaster Sedan de 1949 —la imagen de entradilla corresponde a un Super Sedan, seguramente del 48—, correspondiente a la edición que dedicó hace algunos años Hergé-Moulinsart a los vehículos que aparecían en la extensa saga de Tintín, que disfrutó el público a través de los coleccionables de Planeta DeAgostini en España.
L'Or Noir, el Sedan... ¿Llamo a Álex y le digo que ha llegado, o dedico al bicho una entradita en Nürbu...?
Por ubicarnos un poco, mencionaremos que el mismo trasto, en versión Convertible, fue también protagonista junto a Dustin Hoffman y Tom Cruise de la película Rain Man de 1988, y que a partir de aquella participación se convirtió en tendencia en los Estados Unidos, lo que originó auténticas peregrinaciones a desguaces y chatarrerías, e incluso a Cuba.
Tras el esfuerzo de guerra, Buick concentró su línea de producción en satisfacer a su público con berlinas que ofrecían amplia habitabilidad, así como un buen rendimiento en carretera que no penalizara con un consumo excesivo.
En los USA la glotonería de los motores no suponía el mismo problema que en Europa, así que la de Detroit apostó a partir de 1946 por evolucionar su motor de ocho cilindros en línea (Straight 8 o Firewall 8) que venía utilizando desde la década anterior, llevando su rendimiento hasta unos bastante nobles 150 caballos de entonces, y mejorando la comodidad interior y el comportamiento del chasis y suspensiones, a base de recortar la batalla e incorporar una caja de cambios automática Dynaflow.
Habían nacido los Buick Super y Roadmaster, y se estrenaba así una nueva forma de entender el automóvil en la que destacaba la versión de dos puertas del 49, conocida como Sedan, a la que Georges Prosper Remi (Hergé) homenajeó en Tintín en el país del Oro Negro de 1950.
La instantánea de arriba corresponde al Buick Super 4dr (cuatro puertas) y en ella podemos apreciar la monumental elegancia de cacharro.
Ea, no os aburro más. Os leo.
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