martes, 28 de mayo de 2024

La culpa fue del cha-cha-chá


Tampoco quiero que parezca que albergo alguna oscura intención defendiendo Mónaco, pero cuando todo se vuelve blanco y negro y deja de haber espacio para los matices, y, además, se carga insistentemente sobre la FIA y el Reglamento por el tostón del domingo pasado, cabe recordar en primer lugar que Pirelli es cosa de los equipos y Liberty Media, y, en segundo, que existió un puntito de mala fortuna que lo embarró todo.

A ver si no me enredo mucho. Pirelli eligió para el Gran Premio de este año los compuestos más blandos de su gama, y propuso carrera a una parada como mejor estrategia, como veremos más abajo. 

Compuesto blando significa mayor degradación de la banda de rodadura, mayor sensibilidad a los cambios de temperatura entre el piso y la cubierta (riesgo de graining o blistering), y mayor desgaste elástico tanto longitudinal como lateral, lo que nos pone en que si la milanesa hubiese escogido su gama dura a lo peor estábamos viendo todavía los coches correr por las calles del Principado sin cambiar ruedas.

Bueno, tampoco es que hubiera mucho donde escoger. El producto de la italiana deja muchísimo que desear, pero estamos en que es cosa de los equipos y Liberty, y que la FIA sólo pone la Normativa, de forma que para cumplir la regla de un cambio mínimo de compuestos por prueba, a Pirelli sólo le quedaba columpiarse un poquito más que de costumbre con el personal.


Bien. Como podéis comprobar en la imagen de arriba todo iba fetén en el plano de las especulaciones que se gasta el proveedor único. Una parada —se cumplía así el Reglamento—, y que Dios repartiese suerte porque el asunto iba para tren chu-chú pero colorido, alegre, digamos, que no hubo más que ver a Piastri achuchando a Leclerc durante el primer giro...

Pero a Kevin Magnussen se le cruzan los cables antes de Massenet, golpea a Checho en su intento por recuperar la trazada, que a su vez toca a Hulkenberg, y se monta un Cristo de mil pares de narices cuando el RB20 del mexicano se hace añicos chocando contra las protecciones. ¡Bandera roja, bandera roja!

Los estrategas mandan siempre, y puesto que seguía habiendo que pasar una vez por boxes, los que montaban medios cambiaban a duros nuevos o usados en la interrupción, y los que habían salido con duros... encendían un cirio a Santa Devota y cambiaban a medios nuevos o usados esperando que aguantaran las 77 vueltas restantes, porque en aquellos instantes quedaban 77 cuerdas a Montecarlo.

Vale, Williams dejaba a Sargeant como estaba y el hombre cumplió en el límite propuesto por Pirelli. Pero a lo que vamos, ¿cómo coño haces durar unos compuestos, casi, casi lo que dura un Gran Premio de Mónaco?, pues reduciendo el ritmo y vigilando qué hacen los rivales, no quedaba otra.

Como anécdota, decir que la vuelta rápida la volvió a marcar Lewis, como en 2023, aunque segundo y medio más rápido, que para el caso patatas, porque las sensaciones fueron desastrosas, y, al final, el griterío histérico de prensa y aficionados ha silenciado que, como cita del Mundial de Resistencia, el Gran Premio de Mónaco F1 de este año habría resultado incluso vertiginoso.

Empiezas por unos compuestos de caca, sigue con un imprevisto descomunal, y, a nada que te descuidas, el gentío pide la cabeza de Ben Sulayem porque así lo recomienda la Autosport.

Os leo.

2 comentarios:

Maestrooo dijo...

Estando de acuerdo en lo fundamental ( Pirelli caca ). Discrepo en le de un imprevisto....
No es la primera vez que se estropea una carrera por un safety car o una bandera roja temprana, y menos en Mónaco, donde todos sabemos que el safety car va a aparecer tarde o temprano. Sin embargo la normativa sigue igual, y se sigue permitiendo cambiar gomas bajo bandera roja o haciendo paradas bajo safety car. Y eso si es cosa de la FIA.

Cao Wen Toh dijo...

Me curé en salud y por primera vez en 40 años obvié la carrera. No disfruté de la misma previsión con la qualy, en la que estuve a punto de fracturarme las cervicales varias veces. También es que veo las motos y me envicio.