viernes, 20 de agosto de 2021

Valencia y ya

Que somos una afición bastante especialita no lo puede negar nadie. Teníamos un circuito de carreras y ya...

A poco que rasques un poco encuentras el Valencia Street Circuit ligado inexorablemente a la memoria de la corrupción política y económica española, pero siguen ocurriendo cosas, que diría don Mariano Rajoy Brey, y, al archivo en 2019 de la causa abierta por la construcción del trazado [La Audiencia de València archiva la causa contra Camps por la construcción del circuito de la F1] y en 2020 al del supuesto rescate con dinero público de Valmor Sports SL [La juez confirma el archivo de la compra de Valmor para rescatar la Fórmula 1], se suma ahora el archivo de la causa abierta por los contratos firmados por Ciudad del Motor entre 2008 y 2012 [La Fiscalía no ve delito en los contratos de la Fórmula 1 en València].

No quito ni pongo ni entro ni salgo en este tipo de berenjenales judiciales, líbreme Dios, pero tanto archivo sólo puede significar que el Valencia Street Circuit no estuvo tan ligado a la corrupción como quedó señalado por una prensa que, incluso con carreras de canicas sabría extraer sabrosas consecuencias con marcado sesgo político, flor de un día en el caso que nos ocupa, y un aficionado permeable a los titulares asombrosos que, con tal de ganar un poco de casito en redes sociales y Youtube, perpetúa cualquier despropósito por no mover el culo indagando razones y contrastando datos.

Y es que, claro, comienzas negando la mayor (nuestro deporte no es muy limpio que digamos, así en general), y para destacar que la mujer del César además de parecer casta lo es, acabas empitonando a Valencia una y otra vez como ejemplo de lo que no se debe hacer nunca en Fórmula 1 (sic), mientras se alaba el empeño municipal, regional o estatal, de otras autoridades apoyando a sus Grandes Premios —con dinero del Monopoly, imagino—, o el de Azerbaiyán por favorecer el turismo internacional en Bakú, o mismamente el de Arabia Saudí por limpiar su imagen ante el mundo, etcétera...

A nosotros nos queda el chabolismo, una zona depauperada que debía haber servido para revitalizar el área portuaria de la capital valenciana, una ocasión desperdiciada como la de Bilbao con la World Series en su día, y una mancha de tamaño colosal que no se quita ni frotando con agua caliente y vinagre.

Tenemos más trazados, es obvio, pero tuvimos el Valencia Street Circuit y preferimos quedarnos con el «y tal» y «qué penita pena de ocasión perdida» porque no sabemos hacer las cosas como ahí fuera (sic), donde pueden alternar dos carreras y venden mejor sus idilios con nuestro deporte y la gente es suficientemente adulta como para no tirar piedras sobre su propio tejado.

Os leo.

3 comentarios:

Tadeo dijo...

Anda lo que has dicho!
Saludos

Tadeo dijo...

Esto lo pregunta un valenciano, fan de la F1 y sin intención de politizar sino aclarar ciertas dudas:

Si en vez de Montmeló, el GP de España se celebrara en El Jarama, habríamos oído las mismas críticas? Estas críticas hubieran venido del mismo sitio? Etc, etc.

Os doy un ejemplo de lo sucedido: "según nos informan desde Montmeló, el GP de Valencia...."

Y así todo

Saludos

Lastra dijo...

La obsesión de ciertos medios con Camps y las ganas de marear la perdiz del actual gobierno de la comunidad -gastándose una pasta en procesos que son archivados una vez tras otra- son dignas de mejores intenciones y no digamos resultado.

Lo otro... Bueno, me he pasado 30 años de mi vida allá y qué me vas a contar Maestro... Aquella peña no hace prisioneros y la canción aquella de Rosendo se la ponen todas las noches antes de dormir.

Saludos.