El Grand Prix of Gateway o Gateway 500 celebrado en horario europeo durante la madrugada de ayer domingo en el World Wide Technology Raceway At Gateway, último óvalo de la temporada NTT IndyCar Series 2021, nos trajo sabrosas sorpresas, empezando por Will Power acreditándose como poleman, siguiendo por la empitomada de Rinus Veekay a Álex Palou, que apartó al español de la necesaria suma de puntos a falta de cuatro pruebas, un Romain Grosjean sobresaliente en su primera participación en oval, un Josef Newgarden que tras una discretita primera parte del campeonato se ha vuelto a enchufar a las victorias, y un calculador Pato O'Ward que, después de lograr concluir segundo, salía de Gateway como líder de la Serie.
Siguiendo los pronósticos, la carrera resultó muy reñida en un circuito que por sus reducidas dimensiones siempre suele ser campo abonado para la lucha sin cuartel y los incidentes. En esta ocasión fue Colton Herta quien abrió las hostilidades prácticamente en los metros iniciales. Power, más comedido, prefirió no plantar cara tan temprano a la fogosidad del joven californiano y en el giro 2 ya había cedido su posición de privilegio, aunque inmediatamente después Dirección de Carrera decretaba el primer periodo de caution como respuesta al accidente entre Ed Jones y Graham Rahal que acabó con ambos fuera de la prueba.
En la 26 los coches circulaban en régimen de amarilla y en la siguiente llegaba la ansiada bandera verde. Palou, que había clasificado con la duodécima mejor velocidad, había arrancado desde donde Brian perdió la sandalia al acumular una nueva sanción por cambio de motor —la segunda en tres carreras [Y nos vino Dios a ver]—, esta vez de nueve puestos, pero en la resalida ya ocupaba el puesto once. En cabeza, Herta abría la marcha seguido por Power, Newgarden y Rossi...
Con tanta interrupción la carrera se ralentizó buscando ahorrar una parada de las cuatro previstas, estrategia alternativa a la que se abonaron todos, pero en el giro 56 Ed Carpenter trompeaba y se iba al muro, ocasionando con ello un nuevo caution, que la calle de pits pareciera Gasteiz durante las Fiestas de La Blanca y que Josef Newgarden y Alexander Rossi robaran la cartera a Colton Herta, con Sébastien Bourdais haciendo de líder interino. Palou ocupaba entonces la plaza nona, pero en la fase previa al reinicio Veekay sufría de ida de olla y se lo llevaba puesto dando lugar a que el catalán golpeara también a su compañero Scott Dixon, y abandonando allí mismo con el coche inservible.
La resalida se nos fue a la vuelta 77 de las 260 previstas. En el siguiente relevo el ritmo se acrecentó mientras repartían cartas arriba Will Power, Colton Herta, Marcus Ericsson, Alexander Rossi y Patricio O'Ward, intercambiando posiciones y consumiendo kilómetros a la espera de alcanzar con posibilidades el giro 200. Newgarden se manteía al acecho en la misma vuelta que ellos, pero sobre el paso 184 por línea de meta, Herta rompía palier y se retiraba después de que su garaje no pudiese hacer nada, con lo que el de Tennesse comenzó a presentar credenciales, primero tímidamente, pero con el cuchillo entre los dientes en cuanto se reinició la prueba después del caution provocado por Rossi.
A falta de 50 vueltas para el final el de Penske y el de Arrow McLaren empezaron a abrir brecha con sus perseguiores. Pato, más concentrado en terminar la carrera que en ganarla, se mantenía a rebufo del norteamericano con la intención de conseguir un goloso colchón de tiempo que le asegurara la segunda plaza. Con Dixon y Palou fuera le bastaba al mexicano para salir de Gateway líder de la Serie a falta de tan sólo tres pruebas para finalizar el campeonato, lo que permitió a Newgarden navegar cómodo en primera posición hasta el banderazo final.
Newgarden y O'Ward terminaron por este orden. Power concluyó tercero, seguido por McLaughlin y Bourdais ocupando la cuarta y quinta plaza respectivamente...
Os leo.
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