domingo, 26 de febrero de 2017

La hormiguita [Haas VF-17]


Disponer de un «posado robado» conseguido ayer por la tarde tiene sus ventajas, porque para la hora en que ha sido presentado hoy domingo el VF-17 de Haas, la cosa ésta de echarle un ojo ya estaba más que resuelta. Así que con vuestro permiso, y aunque el RB13 de Milton Keynes ha salido antes del horno, vamos con el vehículo que conducirán este año Magnussen y Grosjean.

Obviamente, las pretensiones de la norteamericana pasan por sobrevivir en la parte baja de la parrilla, al menos consiguiendo la misma cantidad de puntos que en 2016, cuestión que a priori no parece quedar muy a desmano. Manor ha desaparecido y Sauber cuenta con una unidad de potencia Ferrari de la temporada pasada...

Aquí está el quid principal de la filosofía de diseño del VF-17: aprovechar el renovado propulsor de Maranello aunque sea versión cliente, para lo cual, la de Kannapolis ha adaptado las líneas maestras del VF-16 de la campaña anterior a las exigencias de la normativa 2017, confiando, fundamentalmente, en los flujos intermedios.

Y bien, de delante a atrás, por no cambiar de rutina:

Alerón delantero en ala delta, con dos cajetines de flaps enfocados a buscar apoyo en las cercanías de los endplates, tipo cucharón, como en el caso del SF70-H de La Scuderia. El morro es bastante rectilíneo hasta la cruz y comienza con el convencional radomo central alineado con dos aberturas adyacentes que llevarán el caudal central hacia la zona del splitter y el boat.

Puesto que el alerón anterior busca más el apoyo en orden de marcha que generar potentes vórtices (Y250), la nariz del vehículo tiene bastante trabajo que resolver y, renunciando (de momento) al uso de S-Duct, presenta inmediatamente delante de los turnning vanes, otro de construcción más sencilla pero más alabeado, que sobresale por el lateral correspondiente, y cuyas aristas frontales ayudarán a construir el Y250 desde una posición más retrasada, mientras que por su parte interior, facilitará que el caudal central se enfoque hacia el canalón abierto entre los bargeboards.


Como en el caso del SF70-H, aunque de una manera menos delicada, la punta del coche queda asentada y detrás, los bargeboards se encargarán de dividir los flujos para que vayan por los laterales, bordeando la parte baja de los pontones, hacia la zaga. 

Inmediatamente encima de ellos, encontramos un aletín horizontal e inclinado hacia atrás (salvando las distancias, similar al visto en la misma zona en el W08 de Brackley), que por un lado permitirá mantener equilibrada la nose al tirar hacia arriba de la parte central, y por otro, redistribuirá el flujo delantero para mandarlo con dirección a la abertura de aireación de los sidepods y la superficie superior de la carrocería.

En los laterales encontramos unas derivas sencillas y unos pontones muy entallados, cuya parte inferior deja espacio suficiente como para que el aire la recorra sin interferencias hacia la finalización del fondo plano y el difusor. Por arriba, lo mismo: la pequeña entrada de aire para el propulsor, la aleta con generosa hendidura y el estilizado tallado de la cúpula y el cubrecapot, insisten en que para el Haas la clave está en aprovechar los flujos superiores para que el alerón trasero trabaje a pleno rendimiento, y es sintomático en este sentido, que sus soportes verticales permanecen prácticamentes sellados.

No le arrogo al VF-17 que sea rápido, pero parece un monoplaza bien equilibrado para conseguir su propósito: arañar puntos en circuitos no demasiado exigentes con la aerodinámica.

Os leo.

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