El año pasado ya hablamos sobre el asunto de la terminación satinada o semimate del Red Bull 2016 [RB12, cuestión de matices]. En realidad, habría que decir que ya habíamos hablado de ello desde al menos 2009, porque no es nuevo en absoluto.
A poco que nos fijemos en los vehículos de la parrilla 2016, se puede observar inmediatamente que van provistos de zonas oscuras y mates en la terminación del cubrecapot. Esta moda, llamémosla así, la inició el RB6 de hace 7 temporadas (en realidad había eliminado la pintura de esa zona y algunas aledañas), y se ha ido extendiendo hasta formar parte de nuestro acervo visual debido a que ofrece asombrosas propiedades aerodinámicas y térmicas.
El año pasado, Red Bull daba un pasito adelante y pintaba toda la carrocería de sus RB12 de pintura satinada (prefiero llamarla así). Alabé el gesto, y cuando el RS16 de Renault se vistió definitivamente de amarillo en Australia 2016, apunté a que también iba a lo pavonado Red Bull, esa terminación del metal al ácido que cualquier aficionado a las armas de fuego agradece porque no es mate ni brillo, sino algo muy diferente.
En fin, prácticamente un día después de que escribiera en este mismo blog que a Milton Keynes le va el hype publicitario más que a un tonto una tiza, Red Bull hacía pública una imagen del vehículo que conducirá Pierre Gasly en la Super Formula japonesa —suficientemente retocada como para que no la reconociera ni la madre que la parió, y, para más bemoles, coincidiendo con la expectación que rodea las presentaciones de los monoplazas que veremos este año en F1—, circunstancia que ha sido aprovechada, con tal de ganar algunos clicks, por los gilipuertas que luego cacarean que no hay como hablar de Fernando Alonso para que las estadísticas suban o que el alonsismo es el causante de las bajas audiencias... ¡Si ej que...!
En fin. Resultaba sencillo explorar la razón por la que Red Bull y su entorno se han ido en sus carrocerías a la terminación mate (satinada o pavonada, prefiero), y ganarse unos galones apostando a que en 2017, las superficies poco brillantes ganarán a las relucientes, y por goleada...
Ya digo que es una historia vieja, de las que viene de lejos y se va imponiendo poco a poco, como los buenos caldos, fundamentalmente a base de resultados en pista. Como diría Arthur Miller: líder no es quien va delante, sino quien señala hacia dónde ir. Y aquí nos encontramos de nuevo con Newey y su bastón de hacer hechizos y conjurar entidades de universos paralelos.
Red Bull y Renault ya van de satinado completo mientras el resto de rivales han usado el mate sólo en determinadas partes. A ver lo que nos depara 2017. Toro Rosso se ha sumado a la tendencia [dentro enlace], pero como estamos en fase de exploración, aprovechamos que Gasly se va a la Super Formula nipona, y probamos de paso qué tal va allí la solución que estamos usando aquí.
La información, ése tesoro.
Os leo.
2 comentarios:
Hace un par de temporadas Ferrari presentó una nueva pintura con la que aseguraban que ganaban prestaciones. Repelía la lluvia. Era conceptualmente contraria a lo que hace Red Bull: superbrillante. De satinado a cuché. O estucado.
Tengo una duda, sabéis si se puede pavonar en inyeccion de plastico.
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