sábado, 18 de febrero de 2017

La conducción de competición [P. F. Rousselot]


Hace no mucho reseñábamos el libro de Paul Frère dedicado a la conducción deportiva sobre asfalto anterior a 1970 [Conducción en las competiciones], y hoy pretendo ampliar este pequeño círculo trayendo hasta Nürbu una obra enfocada, fundamentalmente, a la manera de conducir de los años ochenta del siglo pasado.

Son veinte años de diferencia, en los cuales, la Fórmula 1 había evolucionado notoriamente. Los motores turboalimentados o los atmosféricos de altísimo par, el efecto suelo, la aerodinámica, las ruedas radiales, nuevos materiales, frenos de carbono, posición más baja del conductor... Coches más ligeros de carrocería y más robustos de chasis, que concentraban el peso exigible en una zona central que iba de los pies del piloto a la transmisión...

Los años setenta y ochenta del siglo XX supusieron un vergel de innovaciones y cambios en nuestro deporte, y aunque los circuitos trataron de adaptarse a ellos, lo cierto es que el modo de enfocar sus rectas y curvas había cambiado radicalmente con respecto a una década antes y por supuesto, a aquellos sesenta que recordamos todos.

Aquí entra de lleno Pierre-François Rousselot, piloto francés de F3 y Resistencia, periodista y articulista, y lo más importante de todo: instructor y posteriormente director de L’École de Pilotage de Magny-Cours, quien se coge por banda a Alain Prost y escribe un manual que aunque parezca increíble, mantiene plena vigencia en un montón de los asuntos que trata.

Curiosamente, La conducción de competición (Ediciones Martínez Roca, 1992. Título original: Conduite en compétition. Éditions Robert Laffont, 1989) parece que está escrito por Le Professeur y que Rousselot lo acompaña, pero superado el prefacio («Hubiera podido escribir este libro solo, o confiar su redacción a alguien...» ¡Jodido Alain!), queda claro que la mente que hay detrás se corresponde con la de un docente que acumula años de experiencia preparando pilotos.

Así las cosas, los comentarios y opiniones de Prost salpimentan, afinan y ayudan a comprender las lecciones que vierte Rousselot a lo largo y ancho de unas 180 páginas útiles de las 199 que componen un volumen perfectamente estructurado y profusamente ilustrado con fotografías y dibujos, en el cual, lo importante es que todos los conceptos tratados queden claros, tanto para el profano como para el conductor que tiene pretensiones de crecer y prosperar en la competición.

Cuatro grandes apartados: Las técnicas de pilotaje; los entrenamientos y los ajustes; el comportamiento en carrera; y ¿cómo se hace un campeón?, desde los que se trata la conducción sobre seco o mojado, las mejores trayectorias, qué conviene conocer sobre mecánica, cómo interaccionar con mecánicos e ingenieros y un larguísimo etcétera...

Como libro de consulta no tiene desperdicio.

Os leo.

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