jueves, 13 de noviembre de 2014

¡Has visto al «friky» ese...?


Como en el chiste aquél en que una señora se cruza con un tipo totalmente ebrio que apenas se sostendría en pie de no ser por la farola a la que permanece aferrado, me debato entre la risa y la tristeza conforme transcurren las horas que nos acercan a ese Abu Dhabi que resolverá todas nuestras dudas.

No se trata de que él la llame ¡fea! y ella le responda ¡borracho!, que quizás también, sino de que Bernie se tiene que estar descojonando mientras del primero al último mono en Fórmula 1, está bailando al ritmo que ha marcado. Sobre todo en España, donde acostumbrada al copy and paste, buena parte de nuestra peculiaridad periodística se debate entre tirarse piedras de trinchera a trinchera, llamar amateur a los insatisfechos con tanta exclusiva o acaso, esgrimir el diccionario de la R.A.E. o el curriculum vitae mientras se acusa al respetable de lo facilón que resulta criticar desde el sillón de casa.

¡Has visto al friky ese...? Sí, pero a mí se me pasa...

Total, que es temprano y hoy me he levantado con el cuerpo clamando por la victoria de Nico Rosberg en el campeonato. No es que no me mole que gane Lewis, entendedme. Eso fue ayer y anteayer y tal vez mañana o pasado mañana vuelva a sucederme, pero como digo, ahora toca rendirme a los pies del hijo de Keke y apostar ciegamente por él.

Como en el chiste del inicio, la fiesta va por barrios y cada cual aguanta la vela que más se le antoja, a la vez que se deja a la razón que haga su trabajo sin necesidad de conquistadores o traductores, toda vez que estos han demostrado con desparpajo, que son al menos tan aficionados como los que tenemos la desgracia de sufrirlos cada día.

Vi ganar a Nico en China 2010 y aunque en Austin de este año me entró la flojera y le volví la espalda, visto lo visto en Interlagos este domingo pasado, no me queda otra que plegarme a la evidencia de que el alemán llega a Abu Dhabi con al menos las mismas opciones que Lewis, si no con alguna más por aquello de que la presión psicológica la tiene el británico colgadita en su tejado.

Sea como fuere, reconozco que se me olvidó poner la banderita en la cima y por ello, que jamás podré decir aquello de ¡yo lo vi primero!, pero sincerémonos: ¿a quién coño le importa?

¡Has visto al friky ese...? Sí, pero a mí se me pasa...

Os leo.

4 comentarios:

julesIII dijo...

A mi ,desde luego, poco me importa el desenlace de una temporada en que todas las escuderías menos una han quedado "eliminadas" desde la primera carrera...y menos con los "antecedentes" de los test de barcelona del pasado año.

...Como bien dices , se baila al son de Bernie y sus necesidades perentorias con la justicia alemana y las necesidades acuciantes de Mercedes de ganar un campeonato ya!

...favores mutuos ...

Chema dijo...

Realmente llega con las mismas opciones de victoria en la carrera pero con muchas menos en el título pues a Hamilton le vale un segundo puesto.

Claro luego están las averías o los chispazos en la cabeza de "caballo loco" pero si la vuelve a "cagar" sería para mirárselo mucho.

Anónimo dijo...

Para cualquier piloto de la parrilla y salvo problema mecánico tener la situación de Hamilton es envidiable y parecería sobre todo teniendo en cuenta que llegaría segundo aunque saliese desde pit gracias a la inmensa superioridad de su monoplaza, pero Hamilton no es cualquier piloto.... Aún estoy viendo la salida de pista en Brasil que no tuvo consecuencias al no colisionar con nada en la escapada de la curva pero....por al amor de Dios ¿Por que necesita hacer eso?.
Me da exactamente igual quien termine al frente del campeonato pero si al final Hamilton prepara una cantada parecida a la de Interlagos se habrá merecido a pulso perderlo por su mala cabeza.
Álvaro

Anónimo dijo...

Ah...y la justicia poética de ver al hijo ganando igual que el padre, con un número mínimo de victorias!. Pero tiene que ser por Hamiltonada para que el orgasmo formulístico sea total.