miércoles, 19 de noviembre de 2014

El caso Ricciardo


Ricciardo podría permitirse el lujo de no participar en el Gran Premio de Abu Dhabi y aún así, seguiría siendo tercero en este Mundial que terminará después del próximo 1 de diciembre.

Su distancia en puntos sobre su principal perseguidor, Sebastian Vettel, es de 55 puntos, con lo cual, la máxima preocupación del australiano en el emirato árabe será la de pasarlo bien, lo que no es moco de pavo con los tiempos que corren. Su puesto está asegurado para la sesión venidera y más allá; se ha quitado de encima la molestia que vendría a suponer compartir equipo con un tetracampeón del mundo que tras sufrir un año como para tirar a la basura, promete volver por sus fueros el año que viene, eso sí, en Ferrari; y como guinda del pastel, con Daniil Kvyat como compañero, piloto que asciende de Toro Rosso y al que los augures auguran una exitosa campaña 2015...

Vaya por delante que Daniil me ha defraudado un poco, que Sebastian no me ha defraudado nada y que Daniel por el contrario, me ha sorprendido muy gratamente. Así que hecho el spoiler, no esperéis una crítica razonada ni nada por el estilo, ni mucho menos una exploración a futuro basada en hechos incontestables, entre otras cosas porque a la vista está que el único que se salva de la quema es el aussie junior.

A ver, Kvyat ha mordido el polvo con Vergne, conductor que casi triplica los puntos conseguidos por el ruso en hipotética igualdad de vehículo, se entiende; y Vettel... ejem, es de sobra conocido lo que ha pasado con el alemán y su prolongada mala suerte, así que mejor lo dejamos.

Y aquí quería llegar yo porque si algo me ha matado esta temporada, ha sido el ninguneo constante que ha sufrido el sustituto de Mark Webber y cómo de mal le han ido las cosas por la miopía de su propio equipo. Y es que sumando los 18 puntos perdidos en Melbourne por el estúpido pulso que perdió Red Bull frente a la FIA y algunas cosillas más, como ese enroque tontorrón a la hora de defender la igualdad entre los pilotos de Milton Keynes, cuando protegerla estos años pasados ha importado literalmente un pimiento, me lleva a reafirmarme en que tal y como han ido las cosas en Brackley, a poquito interés que hubiese puesto su escudería en cuidarlo, Ricciardo muy bien podría estar en la pomada de sustos que salpimentará la última carrera del calendario.

Sospecho qué ha buscado y qué no ha querido encontrar la austriaca cuando estaba Sebastian con ella, pero si me ha dolido cómo se ha desarrollado todo alrededor del australiano, no puedo por menos que quejarme ante esa ola de optimismo que rodea en la actualidad al de Ufá y no porque el chaval no lo valga, cosa que no pongo en duda a pesar de sus resultados en 2014, entendedme, sino porque viene a suponer un clavo más en ese ataúd de miserias en que se tiene encerrado a Daniel.

Lo de Vettel ya lo hemos visto y lo de Kvyat está por ver y de momento, creo que lo adecuado sería reconocer que un piloto como Ricciardo, que ha logrado tres victorias y ocho podios, con un poquito de apoyo por parte de su equipo, a lo mejor podría estar soñando con ser subcampeón del mundo en su primer año con Red Bull, o incluso con algo mejor.

Os leo.

3 comentarios:

J-CAR dijo...

Sí. Es uno de los elementos de esta temporada que permanece inexplicado, pero es que ni poniéndolo en el contexto de todo lo que ha ido pasando parece tener sentido. Sin embargo los hechos y los datos están ahí, y los has ido presentando de una forma bien clara en varios posts esta temporada. Pero... es un misterio.
RBR, para mi tiene dos signos muy característicos:
- son extremadamente competitivos, y esto va siempre unido a un corolario comercial, explotando hasta es último resquicio,
- y son extremadamente políticos, buscando ventajas, más ilegítimas que ilegales, pero siempre polémicas.
Si todo lo que ha rodeado a la competitividad de Daniel este año nos resulta inexplicable dentro de los parámetros habituales y dentro de lo que conocemos de RBR, y bien sabemos esta gente de tonta no tiene un pelo, alguna explicación tiene que haber, y seguramente tiene que ver con los juegos políticos por detrás del escenario. Pistas tenemos muy pocas y no he visto que nadie se aventurara a intentar alguna explicación medianamente probable. Yo tampoco lo voy a hacer, aunque vengo comentando desde pretemporada una sensación. Que el juego dialéctico entre Mercedes y RBR es muy impostado, como los títeres de la cachiporra para entretener a la audiencia mientras les roban la cartera. Más o menos lo que hacen aquí nuestro bipartidismo más acólitos. Pero desde el año pasado hasta hoy el juego ha sido más o menos el mismo y no han dado pistas para poder profundizar más en el tema. Así que me quedo solo con esa sensación, con un montón de declaraciones tontorronas de Horner, Wolf y compañía, un montón de fallos técnicos extraños por parte de Mercedes que ha permitido a Daniel subir peldaños en los podiums y poner algo de pimienta a esta temporada que nació muerta, y el inexplicable error estratégico de RBR en la gestión de la temporada de Daniel que comentas. No se. ¿Alguien tiene alguna pista?

¡Saludos al anfitrión y a los invitados!

Meridio21 dijo...

Tiempo al tiempo, sorprendió tanto a propios como ajenos. Muchos años para brillar, sea en RB o cualquier otra. Talentoso, y sin mala entraña (léase Pérez, Maldonado)

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas noches, caballeros ;)

J-Car ;) La única pista que se me ocurre señala a un empeño infantil por aguantar a Sebastian.

Cuando señalaste lo del embrague de Dani en mónaco empecé a pensar en ello. Luego los chasis estrenados por Vettel antes que el mejor clasificado, etcétera... Y de guinda, Singapur :P

Puff, visto lo visto no sé si Red Bull aguantará más de dos años como escudería en el Circo. Se nota algo raruno en el ambiente que no sé describir muy bien, ni siquiera en mitad de un campeonato hecho a la medida de Mercedes XDDD

¡Aya, ay, ay! XDDD

Meridio ;) Yo también le deseo un futuro fructífero. No es que me encandilara a comienzos de temporada, pero como digo en la entrada, me ha sorprendido, y mucho ;)

Un abrazote

Jose