Todos los años nos la lían los medios de comunicación. Surge un término o un concepto en prensa escrita, hablada, retransmitida o tuitera, y lo adoptamos como si fuese un ser querido al que recién nos acaban de presentar.
Por lo que se ve, esta temporada le ha tocado hacer de muletilla al concetto Equipo B —como diría don Pepiño Blanco— aunque este tipo de apaños estén fuera de nuestro reglamento. Otra cosa, queridas y queridos míos, es un equipo que forme parte de una misma configuración, es decir: una escudería que trabaje al alimón con otra en cada Gran Premio.
Pasemos de puntillas sobre el tema Red Bull y Toro Rosso, ya que al parecer sigue produciendo calambre en los mismos que no paran de dar la vara con el tema de que Haas es el equipo B de Ferrari, porque, dicen, se parecen como mi abuela María a mi otra abuela María aunque una se apellidaba de primero Mendiola y la otra Bitorika. Hombre, de luto rigurososo, las dos entradas en carnes y en años y con pelo cano en moño, pues sí, parecían dos señoras mayores aunque no hermanas...
Me enredo, disculpad. Decía que pasaré de puntillas sobre todo lo que rodea Milton Keynes porque no quiero amargaros el dormir, en primer lugar, y en segundo, porque me apetece echar el ratito hablando de Sauber, ya que como candidata a ser el equipo B de Ferrari tiene incluso más consistencia que Haas según el propio Sergio Marchionne: «El acuerdo de motorización con el equipo Sauber F1 Team es también una manera para crear nuestro equipo B para introducir a nuestros jóvenes pilotos a la Fórmula 1» [La escudería Sauber se convertirá en el nuevo equipo “B” de Ferrari].
¿Qué sucede entonces para que en la prensa y en los mentideros el equipo B de Ferrari sea Haas y no Sauber...?
No debería contar que Frédéric Vasseur niege que supuestamente haya tomate para quitar a Sauber de en medio, al fin y al cabo Gene Haas también lo negaba en 2015 [Haas insiste en que no tiene intención de ser el equipo junior de Ferrari].
Obviamente, si Hinwil o Kannapolis estuvieran en el ajo sería bastante bobo por su parte admitir que hacen trabajillos para Maranello, o que pretenden hacerlos, y por aquí poco podemos rascar, ni mucho menos contestar ¿por qué Haas y no Sauber?, cuando, además, los lazos de esta última parecen más sólidos con respecto a la de Il Cavallino por la presencia de Alfa Romeo como patrocinador principal en la suiza mientras la norteamericana anda pidiendo sponsors a gritos...
No me extiendo, que me conozco y esto da para mucho. Cuando la prensa habla de equipo B se está refiriendo a un equipo ayudante en pista, y puesto que Sauber bastante tiene de momento con lidiar con sus propios problemas ha escogido a Haas ya que, de momento, resulta más prometedora para estos menesteres que la suiza. En todo caso os cuento que la historia de los modernos equipos B tiene su origen en 2014, cuando la cabecera SpeedWeek levantó la liebre sobre la posibilidad de que Williams hiciese de equipo B de Mercedes AMG en el Gran Premio de Austria de aquel año.
Tirad del hilo, indagad a quién pertenece, y a lo mejor descubrís por qué es tan importante ahora la figura del equipo B y por qué daba calambre, y sigue dando, hablar la estrechísima relación existente entre Red Bull y su filial Toro Rosso.
Os leo.
Pasemos de puntillas sobre el tema Red Bull y Toro Rosso, ya que al parecer sigue produciendo calambre en los mismos que no paran de dar la vara con el tema de que Haas es el equipo B de Ferrari, porque, dicen, se parecen como mi abuela María a mi otra abuela María aunque una se apellidaba de primero Mendiola y la otra Bitorika. Hombre, de luto rigurososo, las dos entradas en carnes y en años y con pelo cano en moño, pues sí, parecían dos señoras mayores aunque no hermanas...
Me enredo, disculpad. Decía que pasaré de puntillas sobre todo lo que rodea Milton Keynes porque no quiero amargaros el dormir, en primer lugar, y en segundo, porque me apetece echar el ratito hablando de Sauber, ya que como candidata a ser el equipo B de Ferrari tiene incluso más consistencia que Haas según el propio Sergio Marchionne: «El acuerdo de motorización con el equipo Sauber F1 Team es también una manera para crear nuestro equipo B para introducir a nuestros jóvenes pilotos a la Fórmula 1» [La escudería Sauber se convertirá en el nuevo equipo “B” de Ferrari].
¿Qué sucede entonces para que en la prensa y en los mentideros el equipo B de Ferrari sea Haas y no Sauber...?
No debería contar que Frédéric Vasseur niege que supuestamente haya tomate para quitar a Sauber de en medio, al fin y al cabo Gene Haas también lo negaba en 2015 [Haas insiste en que no tiene intención de ser el equipo junior de Ferrari].
Obviamente, si Hinwil o Kannapolis estuvieran en el ajo sería bastante bobo por su parte admitir que hacen trabajillos para Maranello, o que pretenden hacerlos, y por aquí poco podemos rascar, ni mucho menos contestar ¿por qué Haas y no Sauber?, cuando, además, los lazos de esta última parecen más sólidos con respecto a la de Il Cavallino por la presencia de Alfa Romeo como patrocinador principal en la suiza mientras la norteamericana anda pidiendo sponsors a gritos...
No me extiendo, que me conozco y esto da para mucho. Cuando la prensa habla de equipo B se está refiriendo a un equipo ayudante en pista, y puesto que Sauber bastante tiene de momento con lidiar con sus propios problemas ha escogido a Haas ya que, de momento, resulta más prometedora para estos menesteres que la suiza. En todo caso os cuento que la historia de los modernos equipos B tiene su origen en 2014, cuando la cabecera SpeedWeek levantó la liebre sobre la posibilidad de que Williams hiciese de equipo B de Mercedes AMG en el Gran Premio de Austria de aquel año.
Tirad del hilo, indagad a quién pertenece, y a lo mejor descubrís por qué es tan importante ahora la figura del equipo B y por qué daba calambre, y sigue dando, hablar la estrechísima relación existente entre Red Bull y su filial Toro Rosso.
Os leo.
1 comentario:
Sin pruebas, sin evidencias, pero en base a estas argumentaciones y viendo la desesperación de Haas, se podría argumentar que Ferrari opta por cuidar a Sauber (mucho más ligada a su propia imagen por el patrocinio de Alfa Romeo) y le encarga el trabajo sucio a la otra, la cual estaría más predispuesta a llevarlo a cabo.
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