¿Quién pone el cascabel al gato?

En plena efervescencia del asunto Ferrari —a cómo va de mal me refiero—, en mitad de la guerra fratricida que supuestamente se vive entre Nico Rosberg y Lewis Hamilton, y con el telón de fondo de una Red Bull que es incapaz de digerir que las cosas le van de maravilla —para ser Red Bull en 2014, se entiende—, a uno, a mí concretamente, le da la sensación de que la vida deportiva transcurre pasada de vueltas con la sana intención de que nos perdamos algunos detalles.

Mucho ruido para pocas nueces, que diría mi abuela, mientras el W05 lleva camino de convertirse con paso firme en otro enigma como lo fueran los RB6 a 9 en años anteriores.

Obviamente hay tomate en todo este asunto. Si como he dicho repetidas veces en este mismo blog, es muy sencillo ganar lectores o seguidores en Twitter metiéndose con la de Maranello, hay que ser indulgente y entender que resulta bastante más complicado hacer amigos tratando de responder las abundantes preguntas que quedan en el aire tras admitir a trámite las toneladas de morralla que se han escrito o dicho con anterioridad.

El domingo pasado sin ir más lejos, nos surgía un bonito crucigrama en Canadá que ha quedado opacado por el accidente habido entre Pérez y Massa —tampoco es que resulte tan extraño, estirando la cosa incluso la victoria de Ricciardo ha quedado silenciada por un montón de chorradillas salidas incluso de la propia Milton Keynes—, que nos dice que un vehículo, en este caso el W05, lejos de desfallecer por ver mermada su capacidad de entrega de potencia, es capaz de mantenerse en pie durante un buen montón de vueltas, permitiendo que Nico se subiera al segundo cajón del podio.

Os confieso que a mí no me encajan las piezas. El volumen y potencia del motor turbo es idéntico para todos los integrantes de la parrilla porque teóricamente está regulado por normativa, y digo que teóricamente porque si contamos con el estimable concurso de los proveedores de combustible y la calidad de este último, se puede asimilar que existe un abanico de caballo arriba caballo abajo que podría decantar el fiel de la balanza de prestaciones hacia un lado u otro.

Bien, en todo caso y dando por bueno que ya de por sí la unidad de potencia Mercedes-Benz en su equipo oficial podría ser un poco mejor que el resto, el caudalímetro de los cogieron impediría que la cosa se fuese de madre porque nadie, repito, nadie, puede consumir más de 100 kilos por hora y además, existe un límite total para toda la carrera que no puede exceder de 100 kilogramos de gasofa.

Obviamente el consumo y las prestaciones naturales del turbo alemán no explicarían el milagro de hace unos días ya que como sabemos, el MGU-K de los de Brackley había dejado de funcionar. Nos queda evidentemente el MGU-H y su modelo de integración en la unidad de potencia, pero como tenemos de nuevo el límite de consumo que hemos aludido antes y este ERS en concreto depende del trabajo del turbo...

No me extiendo porque sería un no parar. El W05 de Nico aguantó casi sin apenas despeinarse a toda una parrilla con las unidades de potencia más o menos a pleno rendimiento, y eso muy poca gente debería creérselo.

Bien, descartando la parte mecánica nos quedaría la aerodinámica del monoplaza angloalemán como protagonista principal de lo sucedido el domingo, un vehículo recordemos, que no manifiesta la delicadeza y sutilidad de líneas de los Red Rull, Williams o McLaren, por poner tres ejemplos a mano, pero que así y todo, fue capaz de navegar a muy buena velocidad sospecho que debido a su aparente reducidísimo drag. Pero ahora que lo pienso, el monoplaza de Brackley con sus enormes aberturas para refrigeración y su rake pronunciado, no es precisamente un ejemplo de coche con drag reducido...

Llevo tiempo pensándolo. Mercedes AMG ideó el S-Duct y fue uno de los promotores del DRS pasivo, así que tal vez no sería muy descabellado pensar que para 2014 haya perfeccionado aquel invento que supuestamente aplicó Red Bull en su RB8 de finales de la temporada 2012 [La gatera en el DRS (Spoiler)], ya que los resultados son muy similares: poco consumo de gomas, poco consumo de combustible y una velocidad de vértigo.

Yo ahí lo dejo por si alguien quiere dejar de hablar de chuminadas y decide empezar a meter mano al nuevo milagro para ponerle el cascabel correspondiente.