sábado, 12 de abril de 2025

Papaya style


El fin de semana en Sakhir venía pintando destellos naranjas y, por si quedaba algún tipo de dudas, la tercera tanda de entrenamientos dejaba claro que las novedades que ha traído Woking a Bahrein funcionaban bastante mejor que las estrenadas por Red Bull, Ferrari y Haas. Los demás a pelo, como mandan los cánones. 

Otra cosa ha sido la clasificación para el Gran Premio celebrada esta tarde en horario europeo continental y de noche en el emirato, donde la paulatina pérdida de temperatura de la pista y la acumulación de goma sobre el asfalto se han sumado a la timba, proporcionando algún susto que otro a los aficionados a las quinielas.

Encomiable el desempeño de Kimi Antonelli, vaya por delante, cuarto esta tarde y sin desentonar en absoluto con el corajudo conducir de George Russell por hacerse con la segunda posición en parrilla para mañana. Leclerc también ha estado supremo alcanzando la tercera plaza, ma scomodo, aunque la alegría en la rossa la ha puesto un Hamilton que, a decir de Sky Sports, todavía se está acostumbrando a su coche, aunque, a la postre ha calificado nono, justito por delante de Yuki —Pepe Rubianes os pediría sosiego y mesura ante estas palabras, y yo me sumo al buen olfato del gigante galaicocatalà.

Luego me negáis que ha habido toqueteo en el software de la UP Renault a partir de que Flavio apalabrara con Toto cerrar Viry-Châtillon y comprar producto a la Merche a partir de 2026, pero Gasly —¡Ay, mi Pierrot!— se nos ha puesto quinto, ¡quinto!, y con el pequeño Doohan a menos de un segundo, en la undécima plaza.

Con Tsunoda ocupando el décimo espacio que permitía la Q3 y un bravo Carlos Sáinz metiendo su Williams en el octavo, toca empezar a ponerse un poco serio: quien ha fallado en su tanda ha sido Verstappen, Norris simplemente se ha desinflado, desperdiciando así una oportunidad servida en bandeja de plata para meter un severo correctivo a su principal rival por el título. 

Imagino que Lando estaba pensando más en Oscar que en Max en ésa, su última vuelta, que lo ha colocado sexto [Compadre Norris], pero quien dentro de unas horas cortará el bacalao en Sakhir se apellida Piastri, un chiquillo aussie al que todo un Otmar Szafnauer consideró que no había que prestar demasiada atención.

El australiano confía en que le rente la oposición entre Verstappen y Norris. El británico sabe perfectamente que la ha cagado, mientras que, el holandés, flaco de recursos hoy,  ha dado aire al dos de McLaren para salir de Bahrein más cómodo que cuando entró... Un lío, pero divertido como pocos, ya que la patata caliente la sostienen en la mano Andrea Stella y Zak Brown.

Os leo.

No hay comentarios: