Pinta cuanto menos raro lo de George Russell. Demasiado tardar en sustituir a Bottas en Brackley, demasiado quedar supeditado a Hamilton durante el periodo de convivencia, incluso en el año en que el heptacampeón había anunciado con antelación su marcha a Maranello, y ahora, cuando aparentemente tocaba lo bueno, el equipo se pone como objetivo centrarse en la normativa 2026, e insiste en dejarle en tierra de nadie porque a Mercedes AMG tampoco le viene bien.
Es joven todavía, no vamos a negarlo, pero hay trenes que no vuelven a visitar el mismo andén ni así pasen mil años, y la mala suerte, aunque siempre es un buen recurso, no llega a cubrir las carencias que ha sufrido su carrera profesional en manos de Toto Wolff, quien, visto lo visto, continúa sin atender su enorme calidad y se contenta con que George siga ejerciendo un año más de eterno aspirante.
Os leo.
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