domingo, 13 de abril de 2025

Gran Premio de Bahrein


Escribo un poco por escribir, pues no sé si han llegado Scully y Mulder o los Cazafantasmas a Bahrein, o si, por el contrario, continúan sucediendo fenómenos extraños en su circuito...

Dicen que mucho caos nunca es divertido, pero la cosa ha quedado un poco Autos Locos, es decir: graciosa a rabiar, pero sin sustansia entre que a George le han permitido seguir circulando con un coche que fallaba más que una escopeta de feria y obligaba a Lando a activar el DRS calculando a ojo de buen cubero, por ejemplo, que el Safety Car ha salido a pista como nos enseñó tantas veces Charlie Whiting y no cuando objetivamente resultaba necesario, y que la retransmisión ha dejado bastante que desear en todos los asuntos que la conciernen, yendo muy por libre, dando la sensación de que estaba esperando al McLaren equivocado para enfocar la meta, a pesar de que la ajedrezada la ondeaba hoy el mismísimo Luca Cordero di Montezemolo.

Decíamos hace unas horas que iba a ganar Oscar Piastri y finalmente así ha sido. Los MCL39 van de maravilla y resulta destacable que dé lo mismo que sea Melbourne, Shanghai, Suzuka o Sakhir, pues los papaya siempre están en la pomada, incluso si uno de ellos se pone incorrectamente en el cajetín de salida y a su titular le acaba cayendo una sanción de esas que ni siquiera precisan tirita.

Mal Lando, muy fallón y perdido durante toda la prueba. Con Max a tomar por el saco y sin apenas margen de reacción, hoy tocaba mantener la cabeza fría y no jugársela, pero a ver quién es el majo que se lo explica sin romper el cordón sanitario de algodones que rodea al británico. En cambio, muy bien Oscar, supremo, gestionando su posición de privilegio y rematando la faena con una solvencia y madurez digna de encomio...

La duda que me asalta ahora es si Zak se lo va a replantear o va a seguir con la tontería de dar bola a los plumillas anglosajones. Pero a lo que vamos, entre estos dos del párrafo de arriba ha estado esta tarde la enjundia, ya que, como hemos esbozado antes, al RB21 se le ha atragantado el circuito y Verstappen ha hecho con él lo que buenamente ha podido, y ni tan mal limitando daños, añado.

Y Ferrari... 

Espero que entendáis mi alegría a pesar de que la de Maranello sigue sin hacer puto caso a las sugerencias que hace un Leclerc metido en batalla, pero después de esperar a la italiana en Japón, lejos de volver a hacer de zombie, la de Vasseur ha funcionado hace unas horas como el American Boychoir School, quizás no como desearía el exigente Carvelle de la película, pero sí haciendo que su director y los tifosi alberguemos algún atisbo de esperanza, fugaz, seguro.

Cuarto y quinto, y con Charles delante porque Lewis sigue entendiendo su coche. En formación de combate. Partiendo con una estrategia de neumáticos que generaba más de una duda, pero, al fin, materializando eso que esperábamos todos, incluso Liberty Media, al respecto de que Ferrari y McLaren se midan en igualdad de condiciones, señalen 2025 como una de esas temporadas que no olvidará ningún chiquillo, impere el drama y la madre que lo parió, y Hamilton entregue el testigo a Norris para que, por fin, Carlos III duerma tranquilo junto a su esposa Camila de Cornualles, que hay que explicarlo todo.

Bueno, entre estas nobles aspiraciones y el Gran Premio de Arabia Saudí, que no Saudite, intentaré dar lo mejor de mí mismo en Nürbu, incluso embocando nuestra sagrada Semana Santa.

Os leo.

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