Cuando Felipe Massa por poco atropella a Maurizio Arrivabene en el pit-lane del Red Bull Ring, durante el transcurso de los libres del Gran Premio de Austria de 2015, el cachondeo inundó la sala de prensa del circuito centroeuropeo y el acaecido se convirtió rápidamente en una divertida anécdota reflejada en los medios.
Sin duda, el de Williams estuvo muy cerca del boss de Ferrari y la situación entrañó más riesgo que la vivida por Esteban Ocon en Melbourne frente a un pit cerrado y un grupo de fotógrafos. Massa aceleraba su vehículo después de cambiar gomas, el francés reducía velocidad para cumplir su obligado paso por boxes. El paulista se vio obligado a frenar abruptamente, el de Évreux tan sólo tuvo que ir aún más lento y circular con más cuidado una vez le abrieron paso...
Las dos viñetas son esencialmente igual de peligrosas, pero entre el jocoso recuerdo de 2015 y la histeria que ha rodeado la aventura de Ocon en Australia, únicamente media una prensa anglosajona que nos va a seguir proporcionando generosas tardes de risas mientras intenta acabar con Ben Sulayem; porque va de eso, de sustantivar todo lo malo que hace actualmente la FIA cuando las cosas graves de antes carecían de tanta importancia.
Os leo.
1 comentario:
Es que en esencia esa es la madre del cordero del trampantojo en el que vivimos, Josete; la gesticulación ampulosa, el melodrama exagerado... En suma, convertir lo de toda la vida en algo de una extraordinaria relevancia por la parte negativa del asunto y siempre, siempre cuando se busca arruinar la reputación de un fulano o menoscabar su posición para ver de derribarle.
O sea, política...
Salud!
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