viernes, 8 de julio de 2022

Clasificar, ¿para qué?

Con una FIA cautiva y desarmada ante Liberty Media y una prensa anglosajona que se mira el ombligo como nunca ha hecho, a ver cómo explico otra vez que el actual formato de fin de semana con Sprint Race —este año sí, pues quedaba muy feo llamar Sprint Qualifying a un invento que permitía hacer regalitos al elegido para la gloria—, sigue pareciéndome una cagarruta pinchada en un palo porque desvirtúa el concepto de clasificación que se ha venido manejando desde 1950, como poco.

Ser el más rápido el viernes (ahora) sirve de ¡plof!, por no decir de nada, porque los puestos en parrilla se reparten en el engendro ese que es demasiado largo para ser considerado Sprint y demasiado corto para ser llamado Race of Formule One

Autocomplaciente, cogida de los cataplines por las necesidades de Sky Sports y las cadenas de televisión que, si por ellas fuera, celebrarían todos los días las 24 Horas de Le Mans o el Gran Premio de Mónaco, aunque terminasen quemando el producto, Liberty insiste en masacrar lo poco que nos queda de un espectáculo que consistía, precisamente, en su escasez, como los grandes perfumes, como los buenísimos reserva, como los 50 Old Year.

Max se ha llevado la pole en Spielberg como se podía haber llevado una tarjeta de regalo de Amazon o El Corte Inglés, y esto pinta cada vez peor...

Os leo.

1 comentario:

Jarenito dijo...

Sigo diciendo que deberían salir el domingo según la clasificación del viernes.

Y la carrera corta, que sea parrilla invertida, quizás con la clasificación del mundial.
Así el que va detrás en el mundial sale por delante y si es agresivo puede meter varios coches entre él y el que va primero del mundial.
O invertida loas 8/10 primeros de la clasificación del viernes, no sé.


Pero así como está, no tiene mucho sentido. Arriesgar no da mucha recompensa y si la cagas la penalización es brutal (salir al final el domingo).


Sí a las carreras al sprint, no a las carreras sprint como las han montado.