viernes, 14 de enero de 2022

Mensaje en una botella

Entrenamientos de pretemporada a puerta cerrada (lo más seguro), discusiones federativas que se resolverán sobre la vertical del primer Gran Premio de la campaña 2022, visita a circuitos con inexistente tradición en nuestro deporte, idiotas que insisten en que les hagamos casito, etcétera. La Fórmula 1 sigue dando la espalda a los aficionados y cuando vuelvan las vacas flacas la culpa la tendremos nosotros, of course!

Las tarde noche de los viernes suelen ser terreno áspero para escribir. Sabes que te leerán cuatro gatos, llevas a la espalda la semana y sus pesadas gabelas, y bueno, proporcionalmente hablando, te preguntas más veces que en otras ocasiones por qué sigues formando parte de este circo...

Hoy especialmente. Anteayer eché el ratito de la mañana tomando café con Miguel y hace unas horas he repetido la liturgia con Íñigo, a quien no veía desde hace años y he mencionado algunas ocasiones en Nürbu porque él vivía la F1 las 24 horas del día... Ya no la sigue. 

Después de abrazarnos y mentirnos a la cara afirmando lo bien que nos ha tratado el paso del tiempo, hemos rellenado las lagunas de nuestras respectivas historias alejados uno de otro, incluso las médicas, y tras recordar el estudio en Padre Larramendi y la cafetería Florida de Rekalde, y refrescar las viejas discusiones sobre Harry Potter —él es fan acérrimo de la obra de Rwoling, yo no—, tocaba recalar en por qué sigo haciendo Rol y por qué continúo con el blog.

Las preguntas me han pillado a contrapié. En el fondo son la misma y he respondido: por la misma razón que estamos compartiendo desayuno, porque se vive cómodo soñando que esta vez será mejor que las anteriores, que será la que recordaré y contaré a mis nietos...

Me ha quedado el runrún. Hemos pactado vernos en febrero pero sé que tardaremos mucho más en volver a vernos. No porque Íñigo o yo no queramos, lógicamente, sino porque nuestras vidas tienen frecuencias diferentes y al final resulta complicado que coincidan otra vez. 
 
Está bien tomar contacto con gente que está fuera de nuestro mundillo, a pesar de que, no hace demasiado, Íñigo podía pasar por un apasionado de los que abundan en redes sociales y yo no, obviamente. La Fórmula 1 cansa y arroja víctimas a la cuneta. Fui una de ellas. Schumacher llegó a agotarme y a pesar de ser tifoso abandoné la ortodoxia hasta que apareció en el horizonte un piloto asturiano. No lo descubrí cuando iba en triciclo ni supe valorar sus extraordinarias cualidades hasta que comenzó a romper el guión establecido, allá como en 2003.

Muchas veces pienso en que a lo peor Alonso también tiene la culpa de que me haya embarcado en la aventura de concretar la tercera edición de Mutantes en la Sombra y le queden tres hervores a las continuaciones de Job 41.1, No camines en la oscuridad, sería cuestión de valorarlo, pero lo que es seguro es que Fernando tiene algo de inspirador que no requiere de la parafernalia y los fuegos artificiales que rodean al GOAT.

Íntimamente pienso que será mejor para el de Oviedo que yo deje de publicar en Nürbu. Desde que llegué aquí el 3 de agosto de 2007 no le han ido bien que digamos sus propósitos en la máxima disciplina. 2022 creo que podremos aguantarlo juntos, pero para 2023 voy a romper el maleficio unilateralmente. Tal vez el gafe soy yo y no quiero chafar más a un tipo al que adoro y en el que me miro día sí y día también. Tesón, constancia, cabo guía en las inclemencias, no hay bruma si hay P14N, escribo Rol porque me habían dado por desaparecido, sigo escribiendo aquí porque no puedo vivir de otra manera y, porque, a lo mejor, ésta es la buena.

Os leo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de esos cuatro gatos (que en realidad son muchos más)

Quizá se siga formando parte de este circo porque si miramos a derechas e izquierdas vemos caras conocidas que nos acompañan en el camino.
Quizá sea porque en el fondo pensamos que formamos parte de una pequeña familia que aún sabiéndose señalada disfruta de la compañía.
Quizá sea mejor seguir publicando para mantener ese maleficio que ha permitido a un chaval de Oviedo grabar historia allá donde pisa.

Aquí estamos y con suerte, seguiremos.

Un saludo
Sr. Polyphenol


Elín Fernández dijo...

Miaou!!!
Aquí un gato leyéndolo.

Antonio L. dijo...

No, no y no.......en modo alguno eres el gafe de que Fernando Alonso no haya vuelto a ganar ningún campeonato de F1 dese el 2006. Al contrario, esa defensa que siempre has hecho de él frente a las adversidades que ha tenido creo que son uno de los motores (yo no sé si alguna vez ha leído este blog, pero seguro que siente tu apoyo) por los que a vuelto para intentarlo una vez más.

No dejes de publicar por creer que eres gafe para Fernando, no lo eres, los gafes de verdad son toda la prensa y no prensa que han intentado hundir una y otra vez a un genio que lo único que ha querido es competir y ganar a los mejores con sus mismas armas.

Si dejas de publicar ¿quién lo defenderá frente las injusticias?........

Un abrazo muy fuerte de un alonsista que necesita de tus sabias palabras.

Interlagos dijo...

Me sumo a mis predecesores y afirmo categóricamente que tú, Josetxu, no eres el gafe.

Que un españolito de Oviedo, ¿dónde cae eso? ganara un mundial tenía un pase, pero que ganara un segundo mundial arrebatándoselo a Schumacher era inconcebible e inaceptable. Y vino la leyenda negra de que era un tío difícil y que no sabía elegir equipo...

En fin, que el mundo es un poquito mejor con tipos como Alonso demostrando que hay vida fuera de la F1 y volviendo, y demostrando que el que tuvo, retuvo. Y también un poquito mejor con lugares como este, Nurbu, donde se puede paladear el deporte que nos gusta, pese a lo mal llevado que está, en compañía de un puñado de chalados y amigos a los que tenemos un carño inmenso.

Abrazotes!!!

Cao Wen Toh dijo...

No hay mala suerte, ni buena, ni gafe ni talismán; la vida es una acumulación de casualidades casi infinita. Lo único que nos evita el vértigo es luchar (incluso sin esperanza) por lo que creemos correcto.

Erathor dijo...

Ummmmmm... no es por contradecir tu razonamiento pero:

Si la cosa fuera de gafes... ¿De qué carajo hablaríamos en este blog?
Si la cosa fuera de gafes... ¿Seríamos la resistencia?
Si la cosa fuera de gafes... ¿Seríamos sumisos ciudadanos que creen fielmente lo que les cuentan y faltos de sentido crítico?
Si la cosa fuera de gafes... ¿Hubiera sido tan divertido?

Sin este blog todo hubiera sido diferente.

Nuestro pequeño refugio, nuestro punto de encuentro.

Algún día cesarán las publicaciones, algún día refrescarás la página una y otra vez y no aparecerán.

Pero lo que has creado aquí permanecerá es más, perdurará...

¡¡¡¡Con dos coj... !!!!

P.D. ¡Acaba el dichoso libro! Maese Castellá narró una época; ahora nos toca que nos narres tu otra. ;b.

pocascanas dijo...

Miaaaaauuuuuu!!!!!
Miaaaaauuuuuu!!!!!
Miaaaaauuuuuu!!!!!

Saludos desde el Coño Sur (y a cruzar los dedos para que este oasis no se seque nunca!!)

Savinio dijo...

Por mis h. que no somos cuatro gatos.
Leerte es como viajar a un cementerio lleno de voces donde sólo se puede escuchar con claridad una, la de un poeta que no pretende arengar ni persuadir, la de un sabio que no sienta cátedra ni lo pretende, pero nos otorga, seguramente sin pretenderlo, el bello regalo de una conversación acerca de muchos de los temas posibles que un ser humano inquieto pueda indagar. Y lo mejor es que ni siquiera se requiere apartar la vista de otros lugares, de otras voces inertes emergiendo de frías lápidas, para captar, asentir, dar la mano y la razón a quien, en muy pocas entradas, con muy pocas palabras, nos puede hacer capaces de sentir que esa conversación carente de otros elementos de la comunicación personal, no necesita más que leves resonancias, ecos efímeros, para darnos cuenta de que hemos olvidado todo cuanto hemos olvidado.

Cálidos abrazotes Jose