viernes, 28 de enero de 2022

El B2K/10 Judd

El Lola B2K/10 de principios de siglo es un digno exponente de la filosofía de vehículo de competición relativamente barato de comprar y mantener, con margen suficiente como para que el cliente lo acomodase a sus preferencias. 

Hablamos de esta perspectiva cuando visitamos el Riley & Scott Mark III [El Mark III] y, por supuesto, cuando abordamos el Lola T280 de la década de los setenta [El pequeño T280]. 

Hoy volvemos a tocar a la británica Lola Cars International Ltd. porque, precisamente, se dedicaba a estos menesteres de satisfacer la necesidad mostrada por muchos equipos pequeños, de participar por un módico precio en las parrillas de Resistencia. En este sentido, el B2K/10 (B2000/10) es la secuela del B98/10 y el antecedente del B06/10 de 2006, y se estrenó en las 12 Horas de Sebring de 2000 integrado en la categoría grande.

Como se puede apreciar en las imágenes que acompañan este texto no era un vehículo bonito, tal vez porque la eficacia aerodinámica no tiene por qué terminar resultando bella. Su aspecto, en realidad, esconde un profundo estudio en el túnel de viento que le permitió obtener 5 victorias absolutas y tocar un puñado de podios en los años en que estuvo operativo, y aquí viene la mandanga, ya que su éxito (o fracaso), estuvo muy ligado a la enorme panoplia de motores que llegó a montar.

A ver, a veces el coche falla porque la elección del cliente no ha sido la más adecuada. Es el caso. El Lola B2K/10 llegó a ser empujado hasta por seis propulsores distintos, incluido un Volkswagen diésel turboalimentado...


El que traigo hasta estas líneas es un modelo de la casa Spark que representa la unidad número 37 que no llegó a terminar las 24 Horas de Daytona de 2002, a pesar de utilizar el motor más fiable de todos los usados en el biplaza bitánico, el Judd V10 de 4 litros —se da la curiosa circunstancia de que otro B2K/10, propulsado esta vez por el Porsche 3.6 L Turbo Flat-6, alcanzó la cuarta plaza final en esa misma carrera, mientras que el tercer cajón lo ocupaba el pequeñín B2K/40 Nissan 3.0 L.

En fin, el B2K/10 pecó de excesivamente versátil —el cliente no siempre tiene la razón—, y Lola Cars International Ltd. lo arregló en el B06/10 cerrando considerablemente el abanico de motores recomendados.


Sea como fuere, el B2K/10 es uno de mis modelos más especialitos, por todo lo que os he contado y porque su morro siempre me ha recordado que hay soluciones feas de narices, nunca mejor dicho, que sin embargo, responden seriamente a las interrogantes de la época en que fueron aplicadas.

Os leo.

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