sábado, 29 de enero de 2022

Y eran las doce


Algunas veces hemos abierto Nürbu a letras que no he escrito yo. Han sido escasas ocasiones pero hoy vamos a volver a hacerlo para acoger las palabras de mi tocayo y amigo José Antonio [JADA], quien ha tenido la inmensa generosidad de dedicarnos una líneas de agradecimiento —a mi nombre en el texto sumad los vuestros porque El Infierno Verde no sería lo mismo sin vuestras lecturas y comentarios—. Dicen que los blogs son cosa del pasado, que no chutan, pero depende, todo depende... Depende, ¿de qué depende?, que cantaba Pau Donés, pues imagino que depende de que sigamos divirtiéndonos juntos y de que, el milagro, de momento, carece de fecha de caducidad...

Cuando en diciembre de 2017 pedí a Jose Tellaetxe que me permitiera subir sus artículos en un Tema único y exclusivo para los mismos, no pensé que llegaríamos a 2022 con «Nürburgring» en pleno apogeo dentro del Foro Pedro De La Rosa, punto de encuentro de aficionados al automovilismo deportivo y al gran Nippon Ichi.

Era nuevo en el blog —Nürburgring, qué mejor nombre para un Tema en el Foro—; era un nuevo seguidor en Twitter, donde le conocí; era nuevo comprendiendo su forma de pensar, de escribir, de transmitir todo ese conocimiento que atesora; era nuevo en su mundo de palabras entrelazadas que expresan un pensamiento meditado sin esquivar los sentimientos que florecen desde lo más hondo de ese inmenso corazón que posee; era un nuevo seguidor más rendido ante la evidencia...

Artículo tras artículo, pasito a pasito, o miguita tras miguita que dirían nuestros mayores, el mito de Nürburgring fue creciendo en nuestro Foro, se convirtió en un Tema de obligada lectura; artículos que nunca dejan de sorprender y envuelven al mundo del motor y en especial al del automovilismo; artículos que sumaban 100.000 visitas en el Foro allá por junio de 2020, artículos que el 27 de enero de 2022 han alcanzado nada más y nada menos que las 200.000 visitas, artículos que seguiremos exprimiendo con la misma ilusión que cuando comenzamos.

841 artículos después, aquí seguimos por ti Jose, aquí seguiremos mientras lo creas conveniente, aquí seguiremos dándote las gracias por pasar un ratito con nosotros cada día, cada semana, cada mes, cada año o hasta cuando decidas.

Hoy me pongo en tus lides y me atrevo a escribirte estas líneas como homenaje personal a tanto, por tan poco. Un homenaje sincero, de corazón, de quien se considera un amigo y un aprendiz en todo este camino.

Para finalizar, creo que no hay mejor forma de sellar el futuro que con las palabras de Don Antonio Machado...

Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra…
—¡Mi hora!...— grité. El silencio
me respondió: —No temas;
tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja,
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.

Daba el reloj las doce… y eran las doce.

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