Creo que «bluf» es la mejor definición para un equipo que se postuló tercero al final del campeonato sin haberlo comenzado, al que situé en marzo como sexto equipo de la parrilla al término de este último Abu Dhabi [¿Errando el tiro? (Aston Martin)], y ha concluido séptimo a 65 puntos de Alpha Tauri, todo ello con un coche demasiado parecido al W11 de Mercedes AMG (2020), propulsado por la todopoderosa y fiable unidad de potencia de Stuttgart.
En todas las series que suelo hacer sobre los componentes de la parrilla me acaba saliendo una entrada de cuatro líneas, y en ésta le toca el turno a la de Silverstone, seguramente porque he hablado mucho de ella [Aston Martin] y lo único que me sale en estos instantes es que existe una distancia insalvable entre vender humo y tomar el pelo a la prensa y los fans, asignatura que no ha aprobado la de Lawrence Stroll por mucho que, según sus palabras, el retorno de la británica a la máxima disciplina fuese un clamor entre los aficionados (sic) y, añado, la aventura contara en uno de sus asientos con el tetracampeón del mundo 2010-2013.
Os leo.
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