#MéxicoGP

Se me hace extraño que esta temporada el Gran Premio de México no coincida con los festejos del Día de Muertos, aunque estoy seguro de que el jolgorio que nos tienen preparado allí nos lo hará olvidar rápido.

Renombrada como Gran Premio de Ciudad de México y asegurada en la Fórmula 1 hasta 2022, todo está listo para la celebración de una carrera que ya tiene hueco indiscutible en el calendario y a la que echamos en falta el año pasado, que está íntimamente ligada a la era híbrida y que, en su corta historia reciente, salvo en 2016 nunca ha sido el marco donde dos pilotos luchaban a cara de perro por alzarse con el cetro del Mundial.

Más allá de la mentirijilla retórica que supone aludir al concepto «matemáticamente hablando», sólo Nico Rosberg y Lewis Hamilton, y ahora Max Verstappen y el heptacampeón, han pisado el Autódromo Hermanos Rodríguez con algo más que esperanzas de mantenerse vivos en el campeonato. El holandés y el británico tienen obligaciones severas que cumplir en tierras aztecas este próximo fin de semana, y, obviamente, dirimirán sus diferencias con la vista puesta en enfocar lo mejor posible las cuatro pruebas que quedarán cuando Foro Sol vuelva a sumirse en el silencio...

Os leo.