Para hacernos una idea, diré antes de nada que el Tyrrell 012 fue el coche que conducía Stefan Bellof en el archirrecordado Gran Premio de Mónaco de 1984, donde quedó tercero pero fue descalificado posteriormente porque durante el Gran Premio de los USA Este, tras la revisión al término de la prueba se comprobó que Tyrrell rellenaba los depósitos de agua también con bolitas de plomo, en un sobreexceso de 45 kilogramos, ahí es ná, lo que le permitía dar el peso en la báscula. Martin Brundle fue descalificado de su segundo puesto en Detroit y el equipo fue sancionado a perder todos los puntos obtenidos hasta entonces, incluidos los que había conseguido en El Principado...
Bien, ya tenemos el cuadro: el Tyrrell 012 era un monoplaza demasiado ligero y adoleció de este defecto desde su puesta de largo en 1983, y es que en aquella época se podía correr con un mismo vehículo más de una sesión, en este caso en concreto, el 012 compitió desde el Gran Premio de Brasil de 1983 hasta el de Francia de 1985 con Brundle al volante, y el de Países Bajos de esa misma sesión en el caso de Bellof.
Ligero aunque con poco empuje, el 012 no iba del todo bien por debajo del peso mínimo y se mostró nervioso desde sus primeros pasos. Delicado de conducir precisaba de un mejor reparto o de soluciones aerodinámicas atrevidas, como veremos en unos párrafos.
Como podéis comprobar en la imagen de arriba, los dos 012 que traigo hoy a esta sección muestran los modelos a escala del fabricante Minichamps del monoplaza que condujo Michele Alboreto tanto en su victoria en USA Este 1983 (derecha según miramos), como con la configuración que lo haría famoso y vistió en Austria, aunque, realmente, nunca llegó a ser utilizada en carrera (izquierda). Pero no adelantemos acontecimientos.
Salvo el triunfo en Detroit los resultados venían siendo tremendamente discretitos, lo que llevó a Philippe a idear un conjunto trasero enfocado a obtener mayor carga aerodinámica detrás del eje posterior y coherente con la que producía el difusor. Así las cosas, aunque el alerón superior fue tan novedoso que llamó inmediatamente la atención y dio al coche el apodo de «Boomerang», el meollo del invento estaba medio metro más abajo, en un ala secundaria que sobresalía por encima de la luz de lluvia y que podéis distinguir en la instantánea que sigue a este párrafo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario