Muy buenos días no dé Dios. No tenía previsto darle al blog tan temprano pero me he acercado a la previsión meteorológica para Sao Paulo este fin de semana y he visto, con desolación, que el pronóstico para sábado y domingo es de nublado pero seco. En Río de Janeiro la cosa pinta mejor: lluvia pasado mañana y posibilidades bastante majas de chubascos para el día siguiente, pero no ha sido consuelo porque el antiguo Jacarepagua fue sacrificado para mayor gloria de la obra civil de las Olimpiadas de 2016...
Sin obra civil no somos nada, y aún menos sin agua por medio, pero en fin, ya estamos en Interlagos y hay carrera, y cuando termine quedarán tres citas, dos de ellas en sitios raros, Losai y Djeddah, Catar y Arabia Saudí respectivamente.
Sin la FIA, Liberty y Pirelli tampoco somos nada, entendámonos. Las relaciones de las cajas de cambio de cada vehículo se elijen a comienzos de temporada y no sé si es buena idea sacar pistas de la chistera. De la catarí supimos como quien dice anteayer, y de la saudí mucho antes aunque las noticias a partir de entonces no han sido halagüeñas y lo mismo nos encontramos con una réplica del mítico Yeongam coreano pero en versión urbana. No sé cómo lo harán, la verdad. La Federación debería tener cuidado con estas cosas, y la suministradora de compuestos también, porque ya se sabe: los experimentos mejor con gaseosa, que nos estamos jugando el final de un Mundial apretadito.
Donde no habrá sorpresas es en Sao Paulo. Interlagos es un viejo conocido, pero, para mi gusto, habría sido mejor que nos visitara la lluvia.
Os leo.
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