Está sucediendo de nuevo. Cinco años después los lunes volverán a ser amargos, pozos oscuros en las que la única luz que exista vendrá de los amigos de siempre, porque los otros van buscando posiciones poco a poco y se les nota. Hay un nuevo gallo en el corral y está menos gastado, es normal, pero también resulta insoportable.
Partías segundo y has terminado segundo en el Hermanos Rodríguez. Has hecho todo lo que estaba en tu mano pero ahora hay más gente que duda, que duda siempre, con más insistencia y profundidad, que ha abierto la puerta a pensar que quizás no eres tan bueno como cuando todo consistía en gestionar la ventaja, que ahora pesan más los errores cometidos porque ya no hay manera de ocultarlos. Si en Bakú, sin en Hungaro, si en Sochi... Si hubieses apretado más en Austin...
Os leo.
4 comentarios:
Y menos mal que en Silverstone... Ejem.
yo no daria por muerto a Hamilton y su entorno. Ya hemos visto que se han comido una ventaja considerable de Max por la via rapida. Ahora de nuevo Max vuelve a sumar puntito a puntito, pero ya veremos lo que duda.
Si que es verdad q este domingo hemos visto a un Hamilton verdaderamente cansado y agobiado, y todo eso para llegar segundo. Por lo que parece, el cabeza de turco ha sido nombrado Bottas, que no cumplio su mision de guardia de la porra y dejo pasar a Max.
Por cierto, fue milagroso q todos los coches pudieran esquivar a Bottas y demas damnificados de la salida, pudo haber un disgusto.
No creo que haya quien dude de su incuestionable talento para ir rápido, al menos yo no mientras me dure la memoria. De hecho, ayer lo sacó para mantener a un coche más rápido detrás en territorio hostil. Se aferró como hacía tiempo que no lo veía. Pero un piloto de F1 hoy día es mucho más que puro pilotaje, y Lewis lleva perdido desde que Nico se retirara. Fuera de la pista no tiene el carisma de otros que son más naturales (sin ir más lejos su compatriota Lando), se viste como un superviviente del fin del mundo y enarbola cualquier causa cool (solo en Europa) porque necesita llamar la atención y creer que el mundo ha de seguirle... y todo ello pese a sus siete entorchados. No hace falta ser un lince para ver que el primero que tiene dudas de sí mismo es él. Si a eso le sumas que Max no le respeta (como respeta a Fernando, a Charles o a Russell), ni siquiera Lando o el propio George, tenemos a un piloto enfilando el ocaso de su carrera. Por el bien de la F1 esperemos que se quede y pueda forjar a Russell los años venideros como Seb hizo con Charles.
El gato con la barriga llena ya no caza ratones como antes.
Un saludo de un alonsista.
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