sábado, 4 de julio de 2020

La contingencia


La ausencia de público en el Gran Premio de Austria me lleva a recordar aquello de «¡Alcalde, nosotros somos contingentes pero tú eres necesario!», lo que en su sentido filosófico viene a significar que el gentío (por sí mismo) siempre ha importado un pimiento y existen cosas que prevalecen y deben prevalecer por siempre jamás.

Liberty Media tenía prisa —bueno, aquí tenía prisa hasta el Tato, para qué engañarnos—, y con tal de arrancar de una puñetera vez, la dueña del FOM ha sacrificado el flanco prescindible del espectáculo. No hay espectadores en el Red Bull Ring, y el caso es que la falta del jugador número 12 se nota, y mira que Spielberg es grande y abierto, hasta el punto de que el show de este fin de semana cojea mucho y se asemeja al que ofrecen unos vulgares entrenamientos a puerta cerrada, un filming day de esos. Pero no importa, fundamentalmente por la contingencia filosófica y porque el aficionado es, en líneas generales, un ser domesticado de los que le han gustado siempre a Bernie y los que dirigen el cotarro: masa que no levanta la voz, que no profiere una palabra más alta que otra, que no monta bulla, que acepta mansamente ser comparsa y sólo cuando toca, of course!

Os leo.

1 comentario:

Jorge dijo...

Suscribo todas y cada una de tus palabras, pensaba que era yo el único quejica que estaba asqueado ya de este bodrio infumable que nos venden. Y en efecto nadie se queja!!!!!!! Ya diez años seguidos sabiendo quien ganará el titulo desde la primera carrera, y ya ni disimulan hasta que punto se la pela a esta banda los fans!!!!!!!