sábado, 18 de julio de 2020

Spyder de leyenda, el 908/2


En la imagen de arriba vemos a Udo Schütz durante los 1000 Km de Nürburgring 1969, conduciendo el Porsche que compartió con Gerhard Mitte, concretamente un 908/2 K, uno de los vehículos más carismáticos de finales de los sesenta del siglo pasado, en cuyo habitáculo se metieron también nuestros Juan Fernández, José María Juncadella, Álex Soler-Roig o Jorge de Bragation, por citar ejemplos que recordamos todos.

El 908/2 era la versión descubierta del 908 estrenado en 1968 por la fábrica de Stuttgart, cuyo diseño estaba enfocado a exprimir la limitación de motores a 3.000 cc en el Grupo 6, que estableció la FIA en el Campeonato Internacional de Marcas para terminar con la hegemonía de los monstruos de años anteriores y con el fin de facilitar el mestizaje mecánico de la Resistencia con la Fórmula 1. 

Porsche tenía ya previsto el mítico 917 pero le faltaba la producción de los ejemplares necesarios para su homologación, de forma que decidió estirar la vida útil de los 908 mientras llegaban los refuerzos. Para ello, y aprovechando que las nuevas regulaciones de 1969 permitían biplazas descubiertos, dio salida a un modelo Spyder que había reducido su peso en unos 100 kilogramos de peso con tan sólo quitar la parte superior del carenado y suprimir la cola, adaptar el chasis a la nueva configuración y utilizar plástico en la cobertura (el resto estaba confeccionado en fibra de vidrio y resina). Nacía así el 908/2, que aunque tuvo un estreno no demasiado honroso en Daytona y Sebring, pronto se demostró muy capaz de defender el pabellón de la alemana.

Dotado de un propulsor flat de 8 cilindros, el 3.0 litros (2.996 cc) empujaba con sus 350 cv como un demonio un coche nervioso en recta, por su distancia corta entre ejes, que, sin embargo, se movía como pez en el agua en terreno virado al ofrecer una tracción y estabilidad notables, lo que le hizo muy apetecible para disputar pruebas donde primaban las curvas, a aquellos pilotos de antes que gozaban domando pequeñas bestias.


El modelo a escala que traigo hoy a Nürbu pertenece al catálogo de Ebbro y refleja el coche con el que disputaron Hans Herrmann y Kenjirou Tanaka el GP de Japón 1969 en Fuji (cita no puntuable), terminando la carrera en séptima posición. Como es habitual en el fabricante japonés, son sobresalientes tanto la escultura como la tampografía y la profusión de detalles, lo que hace del cacharrillo una virguería cuando lo sostienes en las manos.

Os leo.

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