martes, 30 de julio de 2024

El pebetero


Queda muy bonito el pebetero cernido en el aire de las noches parisinas, recordándonos que el deporte aúna los sentimientos de los pueblos limando sus diferencias, quitando filo a las aristas entre vecinos y sacando lo mejor del ser humano; que había algo por ahí a lo que se llamaba tregua olímpica y ya no se impulsa ni se estila ni nada...

Vi el final de la ceremonia inaugural en París y consumo lo que toca en mis cada vez más breves estancias en redes y lo que obliga el televisor cuando tomo café con Elías, o solo. Es época de Juegos Olímpicos pero puedo permitirme el lujo de darle la espalda sin que me cueste luego conciliar el sueño.

Os leo.

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