miércoles, 24 de julio de 2024

Pragmatismo


En Fórmula 1 hay que ser pragmático siempre y a poder ser muy pragmático, exageradamente pragmático.

Os abordo en la primera línea del texto con una perogrullada de libro porque va ganando peso la posibilidad de que Alpine monte en 2025 unidades de potencia Mercedes-Benz y a la peña le han entrado sudores fríos. 

A ver, no me voy a poner espesito recordando que a finales de los sesenta del siglo pasado, el equipo Matra Sports utilizó motores Cosworth en F1 mientras trabajaba en su propio doce cilindros, básicamente porque entonces las escuderías eran pragmáticas de narices y los aficionados estábamos a la altura de las circunstancias, aunque sí me merezca echar el ratito contaros a vuelapluma una serie de acaecidos que a lo mejor os apetece refrescar, empezando por aquella Renault que metió prisa para estrenar la etapa híbrida y llegó a ella con la lengua fuera y pidiendo tiempo muerto, un decir.

Todavía duele recordar a Sebastian Vettel empujando su Red Bull con propulsor Energy F1 by Renault a la salida del pitlane de Jerez, durante los entrenamientos de la pretemporada 2014. El motorista francés impidió a la austriaca hacer unos ensayos decentes aquel año crucial y la cosa sólo empeoró hasta que, ya en 2018, la de las bebidas energéticas y La Régie anunciaron que partían peras para el año siguiente.

Este periodo daría para mucha tinta, empezando porque en tan sólo un año la gala había perdido dos equipos cliente: Caterham por desaparición y Lotus porque se pasó a la de la estrellita de tres puntas en 2015, pero baste decir que a Adrian Newey nunca le han hecho falta los motores más potentes de la parrilla, ni siquiera durante la etapa atmosférica, aunque a cambio exigía al fabricante un cierto compromiso en otras áreas. 

Y bien, Renault se creyó el cuento del Mago de Milton Keynes y su serie Energy nunca estuvo a la altura de Ferrari ni de Mercedes-Benz porque la aerodinámica de los RB paliaba sus carencias. Pero claro, en 2019 se encontró con una mano delante y otra detrás y un propulsor que pronto iba a ser superado en rendimiento por Honda...

McLaren anunciaba que se pasaba a Mercedes en 2020 y, tate, digamos que la política de no hacer amigos de Ciryl Abiteboul y la indolencia de Otmar Szafnauer, así como la pérdida del Norte por parte de la cúpula directiva, ya habían metido a Renault/Alpine en un difícil atolladero, pues desde 2022 y hasta 2025 inclusive, las unidades de potencia están congeladas en su desarrollo y la demanda de mejoras solicitada a la FIA en el 23 acabó siendo desestimada [La FIA rechaza la solicitud de Alpine para actualizar su unidad de potencia].

Ya termino. Hablábamos de pragmatismo y ante la tesitura de comerse otra temporada haciendo el gilipuá sobre el asfalto o reaccionar, Briatore ha decidido reaccionar porque es lo más pragmático que puede hacer con la Alpine que le han dejado. Quizás la solución no sea muy bonita, pero, honestamente lo digo, para planificar el futuro lo mejor que se puede hacer es cosechar resultados más pronto que tarde, pues de eso se vive en la Fórmula 1.

Os leo.

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