martes, 22 de enero de 2019

1.000 años después


Recuerdo cuando la prensa amiga y los amigos de la prensa amiga nos repetían, una y otra vez, que sin Ecclestone iba a ser complicado que la Fórmula 1 continuase siendo sostenible. 

Bueno, no es que fuese precisamente sostenible entonces, aunque sí era tremendamente opaca y contaba con legiones de mamporreros que cantaban a todas horas aquello de todos somos contingentes pero Bernie es necesario, con tal de que nos entrara el miedo en el cuerpo ante la sola idea de que la Bruja de Blancanieves nos abandonase a nuestra suerte. Era insustituible, decían.

El año pasado alguien escribía que Liberty Media tenía plan B y que si las cuentas no salían se las podía pirar por donde había venido, que era lo que había estado haciendo el de Suffolk antes de encalomarle el negocio a la norteamericana: preparar su huida.

Parece que han pasado 1.000 años pero estos hechos y acaecidos han sucedido prácticamente a la vuelta de la esquina, y si se nota poco en términos terrenales es porque el capitalismo es asín, que decía aquél. El patrón, los patrones en este caso, siempre disponen de plan B, al que no le queda otra que joderse si las cosas salen mal es al de abajo, que bastante tiene con entender y lidiar con el plan A, porque aquí entran de nuevo la prensa amiga y los amigos de la prensa amiga, que son los encargados de repetir hasta la extenuación que somos unos desagradecidos de mierda si no aceptamos que carecemos de derecho a tener nuestro propio plan B.

Y bien, la Fórmula 1 ha presentado los datos de audiencia de 2018 [Formula 1's TV and digital audiences grow for the second year running] y qué queréis que os diga, a mí las cuentas no me salen, mucho menos si las comparo con los datos oficiales de audiencia de 2017 [Strong growth for F1’s TV and digital audiences in 2017].


No he tenido cuerpo estos días para ahondar en el tema de marras, pero si entonces estábamos en 352,3 millones netos de usuarios únicos [F1 TV Audience Reverses By 40 Million Under New Measurement System], un aumento de un 10%, tal y como se afirma ahora, no alcanza para los supuestos 490 millones actuales ni inyectando clembuterol a los números...

En fin, tampoco pretendía distraerme. El caso es que Bernie dejó todo atado y bien atado antes de su partida y Liberty Media está tratando de deshacerse de la herencia recibida como buenamente puede, incluso forzando el nivel de drama en pista.

Sinceramente, más allá de la rimbombancia numérica o su exactitud, me contento con que, en su segundo año al frente, la de Carey haya conseguido contener la marcada tendencia a la baja que mostraba el deporte antes de que se fuera el incombustible Ecclestone. Ahora bien, yo sí tengo plan B, y si las cosas se prolongan, ante la tesitura de tener que aguantar otros 1.000 años casi que me volveré a mis cuarteles de invierno dejando a los apasionados que sigan haciendo el trabajo sucio al patrón. Esto también es mercado, ley de oferta y demanda, y si la oferta es cara o poco interesante, independientemente de moñadas infantiles, veo legítimo dar la espalda al espectáculo con tal de que los de arriba reciban el aviso y retoquen su plan A para que de una vez resulte atractivo.

Y eso, que os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, José. Y qué esperabas? Portar un Rolex no te garantiza la inmortalidad. Las audiencias del 2008, pues que van estirando la pata, oiga.

Los millonarios esos ya van por los 80, y no resisten a pie de pista el bramar de los V10.

Ahora que me lo pienso! Ya sé por qué tan silenciosos los impulsores híbridos! Do not disturb!

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días, e infinitas gracias por pasarte por aquí. Do not disturb!, esto para una entradita ;)

Un abrazote largo.

Jose