domingo, 23 de septiembre de 2018

El huevo y la gallina


Para la cosa esa del libro ese que si las abuelas me dejan veremos publicado antes de que finalice el año, he hecho acopio de papelajos, revistas, referencias y enlaces, como para parar un tren, sobre todo de la etapa anterior a la eclosión del alonsismo como supuesto fenómeno de masas, y desde ya digo que regalo un volumen firmado y una colección de ilustraciones de los campeones mundiales que hemos tenido hasta el momento, incluso invito a marmitako, a quien me demuestre con datos fehacientes que en España se fomenta el encumbramiento idiota del asturiano antes de 2004, cuando lo del chiquillo ya resulta imparable.

Lo sucedido en 2007 en nuestro país, así como en años posteriores, sólo resulta comprensible desde un desequilibrio de fuerzas que coloca al alonsismo en desventaja frente a una vorágine postiza que surge, mayoritariamente, de los medios ingleses y aledaños: nuestras biblias de siempre, para qué vamos a engañarnos.

La prensa española generalista informaba entonces desde la perspectiva que imponían los gurúes anglosajones desde sus crónicas y artículos de fondo u opinión. Y también la deportiva no especialista, que lejos de hacer piñón con el de Oviedo, como se sugiere, acostumbraba a ser duramente crítica y estricta con él. Así las cosas, aquí, en nuestro bendito país, se justificaban las guarradas de Schumacher, que un coche pudiera estorbar en rebufo circulando a cien metros por delante del rival damnificado o la deportividad y ecuanimidad de la FIA y mil y una otras zarandajas que junto al afeamiento público de las quejas del de Oviedo o las trampas de Renault, ayudaron a perfilar un escenario en el que lo normal era lo que hacían Hamilton y McLaren en el año de convivencia entre el astur y el british, o el escapar con el rabo entre las piernas (sic) protagonizado por Alonso en 2008 y 2009...

La prensa especialista era minúscula en comparación a las que he aludido, y la especialista crítica (Grand Prix Internacional) casi una anécdota. Internet no estaba desarrollado como ahora, y en los foros y listas de correo de los pocos portales que había, se puede comprobar todavía hoy que la manía hacia el asturiano ganaba por goleada al cariño por él...

Podría extenderme pero creo que no merece la pena. Yo empiezo a escribir en Nürbu en agosto de 2007 precisamente por responder a este estado de cosas. Es obvio que las retransmisiones de la época (2004) tienen un marcado sesgo proAlonso, pero no lo es menos que TV3 también retransmite con un tinte más neutro y anglosajón la Fórmula 1 para un público proporcionalmente menor, pero todo esto llega cuando el antialonsismo ya está instalado entre nosotros, no al revés. Por muchas vueltas que le demos, la etiqueta alonsista es una respuesta, no el origen de todo.

Y nada más, os leo.

4 comentarios:

Carmelo dijo...

Magistral. Como explicas, la F1 se populariza y llega a más público con Lobato pero el huevo de la serpiente ya ha eclosionado con anterioridad y no del lado de Alonso. El español molesta, sobre todo a los periodistas catalanes porque no es de su escuela y encima es fan del Real Madrid, y ni se lo han perdonado ni pararán jamás así revienten. Sé que era tu amigo pero ni Maese Castellá tragó a Fernando. Su libro sobre Senna es genial, pero la introducción, que ni siquiera creo que la escribiera él, apesta a esa necesidad de dar lecciones sobre buena afición que han mostrado siempre los catalanes con el asunto de nuestro bicampeón. Schumacher era un cerdo y lo endiosaron y todavía no admiten que en 2005 y 2006 Fernando le batió. El antialonsismo es previo, no una consecuencia al alonsismo como dicen los críos que curiosamente alaban todo lo que dice el catalanismo progre con Doraemon a la cabeza. Magistral y claro.

Anónimo dijo...

No eres el único que piensa que a Maese le retocaron la introducción a Los Misterios de Ayrton Senna

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes ;)

Carmelo ;) Yo no generalizaría aunque es cierto que la corriente de periodismo más pro británica siempre ha residido en Cataluña, fundamentalmente porque allí existía más tradición. No obstante, creo que el problema es más simple: Alonso no encanja en el discurso de la prensa inglesa y ésta le sacude con todo lo que tiene, como por cierto, hizo también con Nico Rosberg y está haciendo con Vettel en la actualidad.

Schumacher es el icono de la primera década y Alonso lo pone en riesgo y luego lo rompe, de forma que todo esto nos llega en crudo antes y durante sus dos campeonatos, y estalla definitivamente en 2007.

En cuanto a Maese, creo honestamente que le gustaba el asturiano aunque es obvio que buscaba mirarlo desde una cierta distancia por aquello de ser lo más neutral posible.

Anónimo ;) Es cierto que algunos párrafos de la introducción a su libro chasquean un poco. Cualquiera que le haya conocido y leído en su blog y artículos, sabe perfectamente que Carlos era más calmado en sus valoraciones, pero en todo caso, todo esto forma parte de lo que nunca sabremos :P

Un abrazote ;9

Jose

Keskus dijo...

Informaban con sesgo entonces y ahora también lo hacen, por desgracia. Se nos escapa la mejor figura del automovilismo español que posiblemente veamos nunca y hemos desaprovechado numerosas ocasiones de ser grandes.
Otra cosa, tampoco ayudo que nuestro amigo Villadelprat pusiese a parir a Alonso cada vez que tenía ocasion en su columna de El País por las razones que tuviese. No le leí casi nada bueno hasta la época de Ferrari, años después. Y que no me tilden de odiar a Joan, al contrario, su punto de vista me parece excelente en muchas ocasiones, pero hay que decir estas cosas como son
Un saludo.