Las espadas están en lo alto, que decía aquél...
Herr Doktor no ha reculado ni tanto así en sus comentarios sobre la debilidad mental que supuestamente aqueja a Norris (sic); Zak Brown, en vez de dejar que el de Bristol se las apañe solito, aunque se gane una tanda de trabajos para la comunidad haciendo compañía a Verstappen, ha salido en defensa paternal del number one de McLaren, dando así la razón al pérfido Marko; la FIA ha sentenciado que nones, que Red Bull juega limpio —otro día, si me encaja, charlo un poco de que prohibir algo a mitad de temporada no significa que haya sido ilegal, porque ejemplos tenemos a porrones, y no sólo el bendito mass damper.
Y la vida continúa, que también comentaba el de la primera línea. Y aunque sigo considerando que a Norris le faltan algunos hervores [¡Sal de ahí, Lando!], el zagal ha asimilado la tercera de Newton y le ha devuelto en toda la cara a Max Verstappen una bestial pole en el COTA con la ayudita de Russell, que no sé en qué quedará una vez haya comenzado la carrera y la parrilla se acerque a la temible curva número 1 del trazado norteamericano.
Bueno, me voy a poner en lo mejor y consideraré que Lando va avanzando en su madurez como piloto, a su ritmo, como corresponde, y que lo de Singapur no fue flor de un día sino el síntoma de su natural crecimiento. Hoy el británico sobrevive al primer encierro, y luego la cosa pasará a manos de Stella y Horner, y ahí sí, ahí podremos sacar sabrosas conclusiones porque como argumentaba José Mota: ir pa'ná es tontería, y, a ver, hacer elucubraciones a estas horas del mediodía no sirve de gran cosa con los datos que tenemos.
Os leo.
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