No me diréis que no he andado cerca al sostener en Nürbu que la extraña revitalización de Haas esta temporada, tenía mucho que ver con vestirla apetecible ante una posible adquisición [¡Sorpresón! (Haas)]...
Andretti no era la sombra que percibía detrás, es verdad y toca asumirlo. La norteamericana era mi candidata, pero puesto que nadie había visto venir lo de Toyota tampoco me voy a fustigar demasiado, pues huelga decir que si a los gurús de la cosa todo esto les ha pillado en pelota picada, desde mi sofá en Gorliz poco podía hacer ya que me alimento de las corrientes informativas que soplan ahí fuera, un decir.
No ha sido una venta, vamos a admitirlo también, pero el empujoncito que puede suponer la colaboración técnica de la japonesa con la de Gene Haas pronto se contabilizará en dinero, o así lo estimo. Mejores expectativas, más sponsors, quizás la llegada de algún partner comercial, desde luego sabrosos puntos al final de cada campaña.
Y Ferrari, que seguro también sale ganando con la leal y transparente comunicación que exigía Fred Vasseur para dar el plácet, y que, obviamente, ahora podemos verlo con mayor claridad, ha facilitado el acuerdo de alguna manera, permitiendo que el VF-24 se haya convertido en el milagro de 2024.
Os leo.
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