Con la presentación del RB20 de Milton Keynes se ha cerrado la fase de la temporada con más hipérbole por centímetro cúbico, esa donde el ganador de la sesión anterior levanta toneladas de admiración a su paso, y los periodistas más avispados, y redactores de contenidos, of course!, abusan de superlativos y una retórica inflamada que ni en El Señor de los Anillos.
De 2014 a 2022 le pasaba a Mercedes AMG, ahora le toca a Red Bull, pero, en el fondo, nada ha cambiado desde al menos 2007, que fue cuando este dinosaurio echó a andar. Antes sucedía igual, tampoco os martiricéis mucho tratando de analizar el por qué de este comportamiento.
Yo diría que somos así y no tenemos remedio, por eso me tomo las presentaciones como lo que son y dejaré para más adelante hacer valoraciones de calado, ya que hasta el jueves 29 de febrero la Normativa no se aplica —este año toca bisiesto y el Gran Premio de Bahrein se celebra el sábado 2 de marzo, por aquello de respetar el Ramadán—, lo que deja mucho espacio para guardar cartas, engañar a los rivales a través de la prensa, o sondear con fuegos artificiales la rigidez de la vara de medir de la FIA.
Estoy mayor para estos salseos, hemos cubierto el trámite y ha estado bonito, y prou, que dicen en Cataluña.
Os leo.
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