miércoles, 14 de febrero de 2024

El relato [RBR 2022]


Ya pueden venir trescientos Ron Dennis a decirnos que en 2007 fue Hamilton quien prendió el fuego: «... But also someone who had immaturity. Really, if you go along the "who struck the first blow" route, you know actually I would say that Lewis had his role to play in starting this process which escalated» [Alonso & Dennis have ‘unfinished business’ at McLaren], o quinientos Felipe Massa a reclamar que se anule el Gran Premio de Singapur de 2008, que Fernando será el culpable de la tercera Guerra Mundial y no hay más que hablar.

Quien dice Dennis o Massa puede aludir a mi querido Juancho Montoya, quien salió de McLaren por gordo y poco preocupado por su estado físico, aunque la vida le ha regalado con creces argumentos para llamar imbéciles a los que le acusaron. Prost, Kimi, Sergio, Ferrari, los británicos siempre necesitan un chivo expiatorio al que encalomar sus abundantes carencias afectivas...

En las sociedades hipócritas —las anglosajonas se llevan la palma en esto—, tiene más valor el relato que la realidad, de ahí que den tanta importancia a la reputación, y bueno, Max Verstappen tuvo la desgracia de imponerse a Lewis Hamilton en Abu Dhabi 2021 y no se lo perdonan.

Da lo mismo las que tuvo que soportar el holandés por parte de la FIA esa temporada, en Monza mismo, o que la Federación se hiciera la orejas con el sorprendente rendimiento mostrado por el W12 de Brackley a partir de México. Para esta turba de indocumentados celosos sólo importa el desenlace de Yas Marina, el comportamiento legal pero feo de Michael Masi, y nada de anular la carrera porque el hijo de Jos habría salido igualmente campeón.

Hemos terminado el repaso a los monoplazas [#Final'23] y toca poner un digno colofón a la serie dedicada al supuesto dominio estratosférico de Red Bull durante 2022 [#RBR'22], que no fue tal porque, como hemos podido ver a lo largo de la serie, supuso una rendición sin condiciones de Ferrari.

2021 se explica solo, sobre 2022 ya hemos escrito suficiente, pero, ¿por qué sigue el runrún del dominio insoportable de Milton Keynes y su lesiva influencia sobre el espectáculo? Pues, sencillamente, porque el relato debe prevalecer a toda costa y a Max no se le puede dar ni agua, ni siquiera cuando en 2023 se ha limitado a emular la superioridad mostrada por Vettel o Hamilton en sus épocas de dominación, que las tuvieron, aunque, entonces, no aburrieran a nadie porque eran sinónimo de excelencia.

Os leo.

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