Palabra de honor que no voy a hablar de Ucrania ni de la FIA ni de la que hay montada a cuenta de Mazepin, ni sobre eso de que la Fiscalía ha hecho pelillos a la mar con el Emérito o la sensación de vértigo que nos rodea, incluso aquí, en una población costera que no llega a los 6.000 habitantes...
Me apetece echar el ratito hablando del coñazo que ha dado Pirelli durante años con las llantas de 18 pulgadas, y de que cuando por fin la Fórmula 1 ha cumplido sus deseos, la previsión para el calendario 2022 seguirá siendo de un cambio de gomas como término medio: «Espero que no tengamos menos estrategia porque la idea con la que hemos diseñado los motores es para que haya diferentes estrategias. Es posible que tengamos menos paradas, que la mayoría de carreras sean a una parada. Para mí no es un problema, lo importante es que haya acción en pista. Los espectadores no quieren adelantamientos fáciles, quieren acción en pista» [Quizás tengamos menos paradas, pero más acción en pista].
En fin, la entrada aludida en el párrafo anterior es de 2017 pero aviso que tengo más por si hiciesen falta, todas ellas anteriores a esa fecha. Sea como fuere, da la sensación de que Pirelli ha hecho como muchas empresas y administraciones con sus imprescindibles app: las han impuesto para facilitar su vida, no la nuestra.
Dudo mucho que con un horizonte a una parada de media el espectáculo mejore. Viviremos, como hasta ahora, del hype, el cliffhanger y el drama, porque el resto es guerra perdida, sobre todo con la italiana de por medio.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario