lunes, 28 de marzo de 2022

And the guilty is...!

Disculpadme la broma «oscarcircense» del título, y el palabro, obviamente, pero mis opiniones sobre lo sucedido esta madrugada en la ceremonia de los Oscar se me han aguado antes de ponerme a escribir.

No soy de Eurovisión, ni de los Goya ni los Oscar, etcétera, etcétera, etcétera, de manera que permitidme que hable de un señor que no me cae ni bien ni mal sino todo lo contrario, Otmar Szafnauer, y a quienes frecuentáis Nürbu y leéis mis tonterías desde cierta antigüedad, os sonará porque lo considero bastante mentirosillo y demasiado tendente a no tener la culpa de nada, jamás.

Medrador nato, el bueno de Szafnauer es el genuino exponente de jefazo en el paddock que se limpia las manos preventivamente, dando una libertad a sus subalternos que siempre resulta una trampa para osos (y para ellos), porque como algo se tuerza, la culpa será de quienes no han gestionado adecuadamente el libre albedrío y la confianza que les otorgó la divinidad.

Seguro que conocéis diferentes Otmar en vuestras vidas profesionales —por desgracia acumulo algunos a mis espaldas—, tipos majetes en apariencia que siempre te dicen que hagas lo que creas conveniente cuando la empresa te solicita que te metas en un campo de minas, y, a la hora de la verdad, se escudan en que pensaban que ibas a ser capaz de resolverlo mejor y luego te escupen a la cara aquello de «quizás no tengas talento para esto»...

A ver, no es lo mismo dar libertad a tus pilotos para que luchen en pista, que dársela pero acotando el contexto donde debe ser ejercida: «por mí os dáis de hostias pero quiero los coches enteros y de vuelta en garajes al final de la carrera», o «no diré nada por radio pero traéis 13 puntos a casa, como mínimo, u os mando al rincón de pensar hasta Melbourne». El rumano no es de estos, da libertad pero sin concretar el objetivo del equipo, y lo digo con conciencia de causa porque en su etapa en Force India, durante el periodo de convivencia de Esteban y Sergio, cometió el mismo pecado que ahora en Alpine.

La sangría de puntos en 2018 para la de Silverstone fue épica. Ocon y Pérez se encontraban en pista, y lejos de remar en la misma dirección parecía que sus sueldos los pagaba el enemigo... y señalé a Szafnauer, claro.

Ayer nadie entendía nada, pero estando Otmar por medio todo cobra sentido. Esteban no anduvo fino en eso de ejercer su libertad al volante. George Russel aumentó su ventaja con los dimes y diretes del dúo de Enstone, y, para colmo, lejos de defender su causa libertaria hasta sus últimas consecuencias, el francés puso alfombra roja a Valtteri Bottas como no se la había puesto a Fernando.

Banchi está recibiendo hoy el mayor porcentaje de boinazos. No es muy justo que digamos aunque también cabe decir que se lo ganó a pulso en Jeddah, y digo que no es muy justo porque el responsable de lo ocurrido ha dormido a pierna suelta y se habrá levantado de la cama pensando en qué azares impidieron a su equipo cosechar mejores resultados en Arabia Saudí.

Más allá de lo de BWT, no entiendo muy bien en qué coño andaba pensado Alpine poniendo a Szafnauer al frente de la escudería en un año tan delicado. Sus carencias las resolvía Vijay Mallya, pero desparecido de escena el magnate indio a finales de 2017, ni Force India, ni Racing Point, ni Aston Martin, ni ahora Alpine, han parecido y parecen el sitio adecuado para que nuestro protagonista entienda de una puñetera vez la diferencia que hay entre poder y autoridad. 

¿Inútil? No diría que no. Eso sí, si hay alguien capaz de reventar el P14N, seguro que se llama Otmar y se apellida Szafnauer, un individuo anodino que triunfa en F1 porque ahí dentro prospera cualquiera, y si no, mirad lo lejos que llegó Norbert Haug o ha llegado Stefano Domenicali.

Os leo.

2 comentarios:

Antonio L. dijo...

Anda diciendo Szafnauer, alias "the guilty" (ya tiene apodo para el resto de la temporada) que la lucha es buena, que eso hace más fuerte al equipo y que solo eran las primeras vueltas y tal y tal y tal.......

Dejar luchar está bién, pero con reglas claras y sin poner en peligro a tu compañero. Por lo que leo en distintos medios, las reglas no han quedado claras porque parece ser que no las hay (por lo menos durante la primeras 20 vueltas) y poner en peligro a tu compañero con una jugada guarra pues parece ser que da lo mismo, total en caso de accidente quién paga es el seguro. Porras, se me olvidaba, que no hay seguro y quién paga es Alpine.

Me ha recordado Esteban Ocon a un tal Felipe apellidado Massa, que cuando veía a Fernando Alonso por el retrovisor se ponía como una moto sin frenos y a lo loco. Yo del Szafnauer, de ahora en adelante cada vez que alguno intente adelantar al jovenzuelo le digo; que viene el loboooo, que viene fernandooooo, que viene, que viene...... y no le pasa ni dios.

Para más retranca, una vez que Fernando le ha pasado y visto que no podía delantarle después de varios intentos a lo loco, "the guilty" le ha llamado al orden. Y mira por donde al poco se acerca el ranacido Valtteri a su trasera y con una apatía que daba pena le deja pasar sin una leve muestra de lucha. Muchacho que así no ganas ni una sola carrera, claro está a no ser que tu compi se bata el cobre por tí contra un coche superior para darte los segundos necesarios para que no te adelanten y puedas ganar.

"The guilty" va a dejar Alpine como un solar y si no al tiempo.

Un saludo de un alonsista.

Tadeo dijo...

Por cierto, y ahondando en la lucha, no creéis que con esta aerodinámica sobra el drs?

Saludos