sábado, 5 de marzo de 2022

Mano de santo

¿Quién nos iba a decir que íbamos a echar tanto de menos a Niki en Brackley...?

Ahora mismo, en la cúpula de Mercedes AMG, se extraña la serenidad que podría imponer un hombre que convirtió en algo productivo la experiencia acumulada a lo largo de su vida, con los pies en el suelo y sabiduría a sus espaldas, un campechanote como Niki Lauda en su etapa otoñal, capaz de hablar más de la cuenta y recoger cable cuando tocaba. Un tipo como él podría decirle a Toto, a la cara, lo insoportable que resulta su candidatura a ser más turra que el conejito de Duracell.

Por increíble que parezca, incluso sin Masi en Dirección de Carrera, Wolff insiste e insiste, y dura y dura...

Os leo.

1 comentario:

Flechie dijo...

Ya lo dijo el carcamal en su día:"La FiA pudo congelar el motor de Mercedes en 2015 para que se igualara la cosa (gracias a una norma de la era Mossley) y no quiso hacerlo" .
Algún día quizá sabremos qué coña hay detrás de todo ésto para que fuese tan importante asegurar la era dictatorial de Mercedes/Luisito . El caso es que el Wolffo se ha creido que éste era su cortijo personal y a la primera que no les regalan los dos mundiales tras siete años de tomadura de pelo , la canallesca british y Brackley han montado un vodevil mediático tan insufrible , que dan ganas de pedirle a Maximiliam que les devuelva el título a ver si se callan un rato...
Le leo maestro