viernes, 2 de noviembre de 2018

Los lagrimones de Gene


Gene Haas se queja del diferente trato recibido por su escudería con respecto a las soluciones aerodinámicas del monoplaza norteamericano y el controvertido tema de los agujeritos en las llantas de los W09 de Brackley. Hoy sabremos en qué queda la cosa aunque, por lo que se ve, en la de Kannapolis todavía no han leído El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha: «Con la FIA hemos topado, amigo Gene...»

Por otro lado, nuestro querido Steiner defiende la continuidad de Romain Grosjean porque, dice: la continuidad vale mucho en este deporte (sic). Total, que Haas sigue con el culo cuesta abajo y sin frenos porque la cúpula no ha entendido todavía a qué coño se juega en Fórmula 1, el director vive en los mundos de Yupi, y los pilotos que no iban a quitar el sueño a éste último en 2019, están produciendo pesadillas constantemente.

El supuesto equipo B de Ferrari luchaba en el Hermanos Rodríguez con los Williams por no ser los últimos, que al final lo fueron, y ésta es la fotografía de una temporada para tirar a la basura.

Si fuese la primera todavía nos quedaba apurar el margen del novateo, pero vamos por la tercera y todo aquello de que en 2016 eran un ejemplo de cómo había que tomarse las cosas se ha quedado en nada, y lo digo con la mano en el pecho y pensando en qué coño andaba pensando nuestra prensa especialista cuando nos engatusó con ideas tan románticas.

Unas decenas de ingenieros de Ferrari fueron en 2015 a Haas para ayudar a Haas y sacar horas extra de túnel de viento y CFD para Ferrari, y volvieron por donde se fueron, y ahí mismo se acabó la magia del primer año. Vale, en 2017 la norteamericana comenzó prácticamente a pelo. Bernie, que nunca ha sido tonto y siempre se cobraba los favores por adelantado, eximió a la novata de percibir los emolumentos correspondientes a los derechos televisivos de 2016 porque conocía de sobra cómo había sido su ingreso en el club más selecto de todos...

2018, sí, 2018. Dispones de un gran coche —me apretaré el cilicio cuando hable de Haas en el repaso anual a las escuderías, tranquilos—, pero no lo afinas y para colmo, se lo dejas a dos tipos como Magnussen y Grosjean. Hay mucha tela que cortar aquí, pero en síntesis, se puede decir que la cagada ha sido monumental y los réditos saltan a la vista: pudiendo, no se ha sabido o querido; queriendo, no se ha podido, fundamentalmente porque a los pilotos no se les ha explicado en qué consistía la cosa y estos, en consecuencia, han conducido por encima de sus posibiliaddes, que sé que nos entendemos.

El resultado es de perogrullo. A pesar de los números, la peor escuadra con permiso de McLaren y Williams, en vez de hacer autocrítica y apretar los dientes, se sigue quejando.

Obviamente no sé cómo va a ir 2019 para Haas, pero con estos mimbres pinta peor que en 2018.

Os leo.

3 comentarios:

Cristobal dijo...

Te sorprende? Que estamos hablando del tío que parió los dos últimos Jaguar,que ya es curriculum... Lo que no me explico no es ya que mantengan al dúo sacapuntas al volante, si no más bien como un inútil del calibre de Steiner aún sigue patroneando una escudería.
Lo que se hubiesen divertido Alonso y Vandoorne al volante de esos Haas...

anonimo dijo...

A algunos nos quedó la impresión que Ferrari quería un "equipo B" con ellos, a pesar del bueno de Gene. Por hache o por be "la rossa" termina adoptando a un menor indigente (Sauber, con quien hasta ese momento se mostraba distante) y prefiere que Haas no le haga sombra ¿No te parece?

pocascanas dijo...

Parecen estar más bien a merced de Ferrari, quizás se la creyeron y no accedieron a besar el anillo del patrón...
Los cambios en la cúpula de Ferrari pueden resultar una oportunidad para reposicionarse, una última chance. Pero si tenían la bendición de Marchione y abusaron de esa prerrogativa, lo más probable es que ahora se vean definitivamente abandonados a su suerte.