sábado, 24 de noviembre de 2018

La Williams de los Stroll


Sinceramente, no sé si es una buena idea relativizar tanto el tránsito de la familia Stroll por Williams, hasta el punto de que parece que pasaban por allí a la hora de valorar cómo está actualmente la de Grove.

Recuerdo perfectamente cuando se tasaba al alza la contribución de don Lawrence al renacer definitivo de la de Grove (¡tachán!), y el bajón que sufrimos después cuando supimos que, a cambio, Lance iba a ocupar asiento oficial.

46 puntos de saldo tiene el chaval en su aventura. 40 conseguidos con el FW40 que básicamente preparó Bottas y debido, también, a que en Bakú 2017 le vino Dios a ver; y 6 (de momento) con el trasto de este año y porque la responsabilidad del fiasco ha sido de la escudería, ¡nos ha jodido mayo con las flores!

Es obvio que desde verano nuestro protagonista se sabe a salvo. Force India es un buen cheque regalo para una microcarrera ramploncilla en Fórmula 1, pero papá paga la fiesta y ahí cabe muy poco que decir. Y sí, no es por tocar mucho las narices, que también, pero quizás el pecado de Lawrence haya sido creer tanto en su hijo.

Williams había recuperado el resuello en 2014 y empezaba a mostrar síntomas de mejoría en 2015 y aunque las cosas parecieron torcerse un poco en 2016 todavía existía margen para recuperarse y dejar definitivamente atrás los años malos. Pero entran los Stroll y el horizonte se vuelve turbio. Sustituir a mi Felipe por Lance no parecía en principio una mala idea. Quedaba Valtteri, capaz de sacar adelante el coche y proteger la marca, pero se lo pide Mercedes AMG como recambio para Nico Rosberg y Claire tropieza rescatando al brasileño...

Dos mantas con un buen coche pueden sacar la cabeza pero es indudable que el proyecto se resiente porque los monoplazas no llueven del cielo, se construyen pasito a pasito y con muchos meses de antelación, sí, también probando las necesarias evoluciones en pista. Asi las cosas, el FW41 de 2018 es un mal heredero de una buena máquina totalmente desperdiciada, y a tenor de lo visto este año, a ver cómo sale el FW42 de 2019.

No me extiendo. Como dice Lance, la responsabilidad de lo sucedido es del equipo, pena que se le olvide que él también ha formado parte de ese equipo, como su padre. La cosa pinta mejor la temporada que viene: Russell convence como promesa, pero a Kubica los entendidos le piden ahora que demuestre en pista lo que vale, cuando con el niño Stroll no parecían tan exigentes...

Claro que Robert ha llegado talonario en mano a Grove, pero haríamos mal olvidando que la británica está bastante jodida y del pozo no se sale en dos días, así que solicitaría menos angosturas y prisas con el polaco en la Williams que han dejado los Stroll... Demos al de Cracovia al menos los dos años que ha desperdiciado el canadiense y luego hablamos.

Os leo.

1 comentario:

Interlagos dijo...

Sin acritud, pero lo de Stroll en Williams y Grosjean / Magnussen en Haas es de juzgado de guardia. ¿Qué hubieran hecho un par de pilotos medianamente consistentes con el Haas de este 2018?