Si nadie ha mencionado todavía la palabra smog es porque ya no estamos a lo que hay que estar y no se respetan ni las tradiciones. Llegamos a China, tercera prueba puntuable del calendario 2018, tiene que aparecer el smog por alguna parte...
Y es que sí, el Mundial de este año ya ha comenzado y pasito a pasito nos vamos acercando a ese lugar mágico donde llegarán todas las novedades que aún no hemos visto, todos los monoplazas «B» que podamos imaginar, y donde Williams pegará un salto monumental —doble mortal sin red— para dejar de ser el farolillo rojo de la parrilla. Antes bien, antes de España quiero decir, nos queda completar la llamada Gira Asiática que prácticamente comienza todas las temporadas en Australia, y que ésta terminará a finales de de este mismo mes con Azerbaiyán debido a que Rusia se nos ha ido al otoño y no convenía dejar huecos.
Esto de andar cambiando los Grandes Premios de sitio era muy de Bernie y todo muy loco. Entiendo que por razones de fuerza mayor (espacios como el dejado por Malasia, retornos como Alemania o estrenos como el de Francia) haya que andar ajustando el horario lectivo porque la campaña da para lo que da. Lo que me entra menos en la cabeza son los combos, ya que a la postre, suponen que toda la información recabada en 2017 hay que tirarla a la basura y comenzar prácticamente de cero.
Lógicamente me estoy refiriendo a adelantar tanto el Gran Premio de Azerbaiyán, localizado en sus dos primeras ediciones en junio; y a retrasar tanto el de Rusia, habitual de octubre en sus dos primeras ediciones, 2014 y 2015, traladado a la primavera en 2016 y 2017, y de vuelta este año a finales de septiembre.
Como sabemos de sobra, a lo largo de todos estos años ha habido un cambio de normativa bastante guapo que afecta a la aerodinámica de los monoplazas y al tamaño de los neumáticos, y aquí es donde me llevan los demonios.
Bakú se celebró en sus dos primeras participaciones a salto de caballo entre un reglamento y el siguiente. El cambio técnico pilló a los equipos sobre un terreno que ya conocían. Los circuitos, por las mismas fechas del año suelen ofrecer parecidas constantes, mayormente por la temperatura del asfalto. Es decir, se dieron las sorpresas justitas como para que el tránsito de la normativa 2014 a la de 2017 fuese asumible en términos de rentabilidad de la información recogida la temporada anterior y aplicable a la corriente. Así las cosas, adelantar a abril el Gran Premio de Azerbaiyán no sé si es una gran idea.
Y en el caso de Sochi estamos en las mismas. El cambio normativo había sido asumido en primavera pero ahora nos vamos al otoño...
Yo sé que estas cosas no son de consideración para los amantes de los números, las cifras y las estadísticas, ni siquiera para los gatillos fáciles que ven pilotos sobrevalorados por todos lados. Pero afectan, y mucho, por cuanto la temperatura de la pista tiene una incidencia clave en el rendimiento del monoplaza y por ende en el del piloto que lo conduce.
En fin, todo esto me parece un auténtico desperdicio, que decían Les Luthiers, pero mejor lo dejamos porque en nada aparecerán las noticias sobre el smog en Shanghai y conviene abrir espacio para que pasen.
Os leo.
En fin, todo esto me parece un auténtico desperdicio, que decían Les Luthiers, pero mejor lo dejamos porque en nada aparecerán las noticias sobre el smog en Shanghai y conviene abrir espacio para que pasen.
Os leo.
1 comentario:
El "smog" (amalgama de "fog" y "smoke", que de chicos nos han eseñados que se inventó durante la revolución industrial inglesa) ha casi desaparecido de Londres pero aparece por otros sitios.
Lo que dices es bien cierto: Los equipos deben "adivinar" lo mejor que puedan lo que devendrá en sus coches el cambio de clima. Traen las referencias del pasado año 2017 como guía pero, como bien dices ¿Y qué si antes llovió y ahora está fresco? ¿Y si estuvo fresco y ahora hace calor? ¿Y si se reasfaltó un tramo de la pista? ¿Y si los Pirelli "nuevos" del corriente 2018 no responden como los de 2017? Verás que no siempre ha de ser por cambio de fechas...
Lo de Williams es ya difícil de creer. Han sido un equipo serio desde sus inicios, cuando Frank tenía de "oficina" únicamente teléfonos públicos. Deben contar con buenas instalaciones, y también personas históricas con décadas de conocimiento del "buen hacer". Hemos visto esfumarse a todo un Tyrrell, con todo su historial de campeonatos. Williams lleva nada menos que una PU dominante ¿Qué les está faltando? Tanto Frank como Patrick han hecho públicos sus renunciamientos en algún momento para sostener el equipo (creo recordar que vendieron un avión privado para completar el túnel de viento, en su era dominante).
Como ejercicio de futurología ¿Qué debe hacer McL para no caer en la situación de Williams o, peor, la de Tyrrell?
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