Francamente, tenía ganas de que Vettel volviera a tomar el volante, más que nada por ver dónde se mueve realmente el AMR22.
El inicio de temporada está resultando interesante y movidito a partes iguales, y aunque todavía tenemos por delante algunas pruebas antes de poder enjuiciar adecuadamente en qué posición se encuentra cada cacharrillo, la incógnita sobre el monoplaza de Silverstone es la que me apetece resolver antes, ya que su diseño es radicalmente diferente al usado por los coches propulsados por Mercedes-Benz —muy estrecho atrás—, y porque el desempeño de Lance sigue sin aportarme nada y del de Nico Hulkenberg tampoco es que podamos sacar muchas conclusiones.
Me intriga el resultado, lo confieso. Tampoco es que tenga demasiada prisa —como he repetido en otras ocasiones, hasta el verano resultará muy aventurado extraer conclusiones—, pero sí me parece interesante que Seb se meta en el habitáculo del AMR22 cuanto más pronto mejor. El COVID lo ha impedido en Bahrein y Arabia Saudí, y bien está que en Australia podamos comenzar a salir de dudas.
Os leo.
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