Un giro perfecto

Finalmente nos hemos quedado en tres sectores de uso del DRS en vez de con los cuatro previstos inicialmente, aunque el objetivo se ha cumplido con creces [Cuatro sectores, cuatro], ya que del 1'20"486 conseguido por Lewis Hamilton en 2019 durante la clasificación para el Gran Premio de Australia —en 2020 y 21 no se celebró la carrera—, hemos pasado al 1'17"868 firmado hace unas horas por Charles Leclerc, prácticamente 2'6 segundos menos.

Dicho esto, y lamentando que los puntos calientes de la disputa hayan sido trasladados por prensa y entregaditos a zonas más generosas con los clics y follows, cabe destacar el sempiterno ¡qué coño hacen ahí Latifi y el hijo del jefe!, el triste desempeño del AMR22 en manos de Vettel [Vuelve Sebastian], la avería en el Alpine de Alonso, y, por supuesto, el grandioso estado de forma de los chicos de Milton Keynes, a los que unicamente ha podido plantar cara un Leclerc supremo que ha convertido su vuelta de pole en un giro perfecto.

Bueno, los espesitos insisten en que no existe la perfección absoluta en Fórmula 1 salvo que la protagonice Hamilton, que hoy ha sido que no; pero nos entendemos, y es que sí, si lo del monegasco en Albert Park no ha sido un 10 con matrícula de honor, se ha quedado en un 9'999 debido a algún matiz que no he sabido apreciar —tampoco vamos a ser cicateros con los paladares finos, a fin y a cuentas, ellos entienden mejor que nosotros de qué va este deporte.

Os leo.