lunes, 13 de septiembre de 2021

Shoey!

Quién nos iba a decir que la misma Honda a la que defendimos en 2017 prácticamente en solitario [Informe de daños], se convertiría con el paso de los años en la única apuesta motorista capaz de plantar cara a la todopoderosa e inmaculada Mercedes-Benz. Quién iba a decir a los que dieron leña de la buena a la de Woking aquel año, el siguiente y el otro, que Zak Brown no era un advenedizo ni el tonto del bote que dibujaban las analectas de Mossèn Raimon, y que entender aquella historia de la Gran McLaren [McLaren o la magia californiana] tal vez precisaba de más años asistiendo a carreras y, obviamente, de menos dosis de prensa inglesa...

El Templo de la Velocidad y dos coches color papaya cruzando la meta en doblete, a 12 de septiembre de 2021, mientras al otro lado del Atlántico, el mismo día pero horas después, Arrow McLaren SP erraba el tiro aunque sigue manteniendo a Patricio O'Ward con opciones de calzarse la NTT IndyCar Series dentro de dos semanas. Suena bonito porque quizás siempre ha sido bonito, una de esas historias de superación que tienen mala publicidad hasta que ya no hay forma de ensuciarla.

La salida de Ron Dennis por la puerta de atrás del que había sido su imperio, abrió de par en par la puerta al cobro de facturas reales e inventadas a su sustituto, deporte al que se entregaron en cuerpo y alma algunos afamados plumillas anglosajones y sus más firmes mamporreros patrios, y, como diría mi abuelo José, entre todos la mataron y ella sola se murió, aunque con Zak mordieron en hueso.

Hoy, salvo los necios, es natural, nadie en su sano juicio niega que el camino de McLaren desde finales de 2016 aquí ha sufrido un cambio radical, pero eso no es lo importante, lo determinante es que esta rotunda victoria conseguida por la de Woking en el Gran Premio de Italia, con Ricciardo en primera posición y Norris en segunda, amén del resultado en la sprint race del sábado, rubrica el buen trabajo que se ha estado realizando en la británica a pesar de las numerosas piedras en el camino y palos en las ruedas que ha encontrado.

Ya termino. Nos quedan 13 días por delante hasta Sochi y con algo hay que llenarlos, así que permitidme que lo dejemos aquí, celebrándolo con la bota del australiano cargada de Ferrari Trento, a la espera de que mañana o pasado dedique unas coplillas a Daniel y otras a Lando.

Os leo.

1 comentario:

DeLorean dijo...

Maltratado por RB ya en 2014, cuando tuvo una adaptación mucho más sencilla que la de Seb (en defensa del alemán la nueva reglamentación se hizo para frenarlo, su pretemporada fue inexistente y su mala relación con los nuevos frenos, siendo el piloto más sensible a los mismos de los llamados "top"). De entonces me queda la duda de si RB habría podido pelear apostando todo al australiano. Aún no lo sé. Un poco como lo que le pasó a Kubica (uno de los mejores pilotos que he conocido y el más infravalorado de los últimos veinte años). En esas dos temporadas tengo mis dudas, algo distinto a lo que sucedió en Ferrari en 2019, donde sí estoy convencido de que jugaron contra Charles en lugar de ayudarlo y de que podría haber llegado con opciones, a lo Lewis en 2010.
Volviendo a Daniel, en mi opinión lo utilizaron de liebre de Max, siendo él quien mantuvo el desarrollo tan complejo de ese coche hasta que Heineken dijo "ya" y las cosas se hicieron según el plan establecido denominado en clave "en busca del nuevo Vettel". XD
Si mal no recuerdo, el aussie le birló 3 poles y 4 victorias siendo una batalla bastante igualada mientras el equipo quiso. Para mí es un fenómeno, muy completo en pista y sobre todo fuera de ella, con muy buenas dotes para llevar el peso de una escudería y, como bien dices, el fichajazo de McLaren es lo más inteligente. Sigo pensando que Ferrari tiene la mejor pareja de pilotos actualmente por poco, pero estos dos el año que viene (y los venideros), van a beber de esas zapatillas muchas veces.