martes, 14 de septiembre de 2021

El bestiario en el armario

Este postcarrera de Italia está colmando el vaso de nuestras miserias. Han vuelto los que ven alonsistas vengativos en cada esquina, los que piden que sólo opinen los que entienden o los que andan advirtiendo que habría sido mejor resultado para Woking que Ricciardo se hubiese dejado pasar por Norris, ya que la suma de puntos sería idéntica pero el británico habría quedado mejor colocado en su lucha por el tercer puesto del Mundial con Valtteri Bottas.

Hace años, no os penséis que tantos, nos reíamos abiertamente de este tipo de acaecidos en los que una misma situación daba para un chorreo de contradicciones, pero el tiempo pasa y nos va congelando la sonrisa a todos. 

Bueno, a las suegras se ve que no, a estos especímenes les das una solución y te siguen encontrando una o varias pegas, básicamente porque no son capaces de ocultar ese sesgo tan característico del neoliberalismo en vena y sin cortar, según el cuál, el equipo es lo más importante pero en él hay tiburones de primera y segunda categoría y espacio para determinadas reglas...

Orwell lo clavó en 1945: «Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.» Su libro Rebelión en la granja dibujaba el estalinismo pero tanto da, porque el caso es que, en lo que nos ocupa, Lando no es un tiburón al uso, ni falta que le hace, y puesto que se sabe líder y futuro de McLaren y no ha tenido mejor fin de semana que Daniel, prefirió disfrutar en Monza de su segundo puesto y del triunfo de su equipo, y también del de su compañero. Obvio, ¿no?

¿Habría resultado todo mejor con él viendo primero la bandera a cuadros? 

No discuto que en Mercedes AMG o Red Bull así habría sido, pero, gracias a Dios, en Woking andan a otras cosas y Norris está en sintonía con ellas. El chaval ha madurado una barbaridad, se muestra infinitamente más suelto que en 2019 y 2020, ha encontrado su sitio en la escudería, Zak y Andreas le cuidan y él es el primero que conoce por qué trajeron a aussie junior. Lando se muestra feliz porque es feliz. Quizás cabría decir que no cabe darle más vueltas, aunque también es verdad que siempre hay lugar para que el armario se abra y salga un ente que afirme saber hacer las cuentas mejor que tú.

Os leo.

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