lunes, 6 de septiembre de 2021

La bisoñez del cisne

Que los sábados condicionen los domingos forma parte de nuestra gramática parda y hay que aceptarlo, ahora bien, que la clasificación en un trazado como Zandvoort haya condicionado tanto el resultado de Aston Martin en el Gran Premio de Países Bajos, lo único que me dice es que la de Silverstone no hizo un gran trabajo y que sus pilotos pagaron los platos rotos del mal desempeño del muro.

Tanto Lance Stroll como Sebastian Vettel volvieron de vacío a casa y aquí da un poco lo mismo la posición final obtenida por cada uno de ellos, ni siquiera me parece relevante el trompo del alemán —la frustración de Seb la podemos medir en pérdidas de la trasera de su monoplaza—, ya que el primero partía desde la duodécima posición y allí se quedó hasta cruzar la meta, y el segundo, arrancando en la décimo quinta concluyó en la décimo tercera...

El trazado holandés —recordad: Noord-Holland— es corto y muy dado a soportar tráfico denso, y puesto que la cabeza no llegó a doblar por tercera vez a los más lentos de la parrilla, podemos dar por sentado que el ritmo impuesto tampoco fue excesivamente alto. 

Bueno, lo vimos todos así que no os aburro, aunque para lo que nos ocupa conviene recalcar que Stroll marcó su vuelta rápida en carrera en el giro 57 de los 72 programados con un triste 1'15"611, cinco segundos por encima del obtenido el sábado (1'10"367), y que Vettel se calzó un lánguido 1'13"958 en la 63, tres más lento que en clasificación (1'10"731). Bien, resulta obvio que ninguno de los dos gozó de buenas condiciones para obtener sus cronos aunque por fortuna para el de Heppenheim tampoco andaban por allí Mazepin y Schumacher de merienda, lo que sí está claro, me parece, es que Aston Martin no supo crear ocasiones para que sus pilotos rodaran con menos aire sucio, lo que habría repercutido en el estado de las respectivas gomas de sus vehículos y la velocidad, claro.

Es sintomático que disponiendo de compuestos usados —Vettel dos juegos de C3 (blando) y Stroll cuatro—, ninguno los usara en carrera, ni siquiera durante el primer stint. A mi modo de ver esta actitud reservona fue clave en el resultado, y, lógicamente, responsabilidad absoluta de Szafnauer y su gente, que no supieron leer la prueba ni tomaron medidas para reencauzarla cuando ya se había complicado de mala manera. Ni un atisbo de iniciativa... así no se ganan puestos, ni puntos.

Os leo.

No hay comentarios: