sábado, 21 de septiembre de 2019

Menos lobos...


Leyendo a Bernie Ecclestone en Auto Motor und Sport [16 Rennen sind genug], da la sensación de que nos ha traído hasta aquí su hermano gemelo —ni siquiera sé si lo tiene—, un pariente cercano, un clon, yo qué sé...

Él nos puso en manos de los ingenieros, él eligió a los septuagenarios que gastaban Rolex y él convirtió la Fórmula 1 en el Templo de Jerusalén del que Jesucristo sacó con su cinturón a los mercaderes, y produce una pereza tremenda leerle hablando de espectáculo, de medallas y de lo contraproducente que resulta para el show y la mentalidad de los deportistas (sic), que se aplique la normativa con todo su rigor, pero no a los del montón, como era costumbre cuando él dirigía el cotarro, sino a todos.

Creador de vicios y desigualdades, a Bernie hay que quererlo sí o sí, aunque nunca por el legado envenenado que nos ha dejado en herencia sino porque cada vez que abre la boca entendemos mejor cómo ha sido posible que continuemos cuesta abajo y sin frenos, incluso ahora, cuando el gobierno del negocio ha pasado a manos de los habitantes de las colonias porque él se lo vendió.

A Daniel Ricciardo le han quitado los tiempos conseguidos en clasificación porque el MGU-K de su Renault arrojaba en Marina Bay más de los 120 Kw permitidos. Red Bull, hasta el año anterior con la francesa, levantó la liebre sobre Ferrari precisamente sobre este mismo punto: el MGU-K, y me ha dado por preguntarme si la austriaca no sabía algo (de antes) que deberíamos haber conocido todos, que toleraba Charlie Whiting porque era el brazo armado de Ecclestone y trabajaba siempre en pos del espectáculo y, por supuesto, del bolsillo de su amo...

Nico Hulkenberg está sin asiento en el momento de escribir estas líneas. Stroll ocupa el suyo, ¡faltaría más!, Magnussen y Grosjean han sido renovados. La calidad de los conductores ha alcanzado mínimos a la hora de ser contratados y, desgraciadamente, esto también es cosa de Bernie por mucho que ahora le eche la culpa al maestro armero.

¿Él lo habría hecho mejor? Sin duda, pero no le dio la real gana, que quede claro.

Os leo.

2 comentarios:

Lastra dijo...

Hombre maestro, es de suponer que hay un sensor o una telemetría propia de la Fia que denuncie cuando ese límite se supera, así como que habrá más personas que tenga acceso a ello aparte del director de carrera, y ya se sabe que cuando de algo tienen conocimiento varias personas los secretos no duran.

Claro que el hecho de que hayan pillado a Renault ahora abona tu tesis de alguna manera, puesto que no se me ocurre que la francesa haya hecho eso a ver que pasaba y tampoco me parece que sea algo que pueda suceder de forma fortuita, así que...

Saludos.

Anónimo dijo...

Parece más una putadita contra Renault, que un hallazgo importante. El rombo aceptó el exceso de utilización de potencia, pero por un margen mínimo, y sin beneficio de prestación observable.

Como cuando la guardia civil debe cumplir un mínimo de infracciones, y va buscando cristianos pecadores. Toma sanción, por ir escuchando al Melendi a todo volumen.

Castiga a algunos, y exculpa a otros, para que esta siga siendo la reina de las categorías de motor.