Fear's Select Club

A ver. Si la tenéis a mano, poned a buen volumen la canción Yakety Sax y si no, buscadla. Yes, ladies and gentlemen!, es la sintonía con la que Benny Hill cerraba los capítulos de su serie, persiguiendo a chicas ligeras de ropa a cámara rápida...

Y bien, ahora pensad en la FIA y lo veréis todo diferente. Incluso asimilaréis que esto de los tokens es una merienda de negros porque en el seno de la Fórmula 1, nadie quiere que entre ningún extraño. Un fraude como la copa de un pino, que decía el otro día don Manuel Vega a través de su cuenta de Twitter, pero no por ello exento de una sugerente vis cómica.

A poco que maceremos la idea, entenderemos que la sede de toda esta tropa que dice trabajar denodadamente por el espectáculo, no está en la Plaçe de la Concorde sino en Wisteria Lane, donde residen por cierto, las seis borrascas del Atlántico que he puesto encabezando esta entrada. Y ojito con sacar conclusiones fuera del tiesto, que sé perfectamente lo que me digo.

Poneros en situación, demonios, y sobre todo, dejad de hacer preguntas que se responden solas. Si por un lado se dice que resulta interesante que participen otros fabricantes pero por otro, al primero que llega se lo maja a boinazos, es que está hablando la suegra cuando afirma que te quiere como un hijo pero en cuanto le das la espalda... pues eso y tal.

Todos hemos asistido al momento épico festivo en que en la cena de Navidad o Año Nuevo, una cuñada se lanza a por los langostinos al grito de ¡que se quedan fríos! Lo mismo, lo mismo sucede con todo esto de que hay que abrir espacio para que quepan otros que ni estaban previstos ni bien vistos. Ni leches, por sintetizar.

Con una mierda de equipos componiendo la parrilla, habría que ser rematadamente estúpido para dejar que participe un intruso en el reparto.

Los langostinos son míos, fríos o calientes, pero míos, exclusivamente míos. La razón no importa en estas cosas y a Honda y al que venga, que le vayan dando. Y mientras tanto, nos ponemos a cámara rápida y circunnavegamos el cesped en pos de una quimera que no alcanzaremos jamás pero siempre con el Yakety Sax como banda sonora. 

Que no falte el Yakety Sax. Sin el Yakety Sax las borrascas siempre te pillan en pelotas y nadie entiende que en Wisteria Lane, las protagonistas son la mar de amigas pero a la hora de la verdad, resultan bonitas, inquietantes y sugerentes, pero también muros más infranqueables incluso que el de Juego de Tronos.

Bienvenidos al Selecto Club del Miedo... Os leo.