jueves, 25 de julio de 2019

Coches sin clase


Ante la celebración del 125 aniversario de Mercedes-Benz en competición, me ha extrañado el poco celo revisionista mostrado por los que te hacen las cuentas en cuanto te descuidas o te calzan a las primeras de cambio aquella ausencia que nadie recordaba, etcétera, etcétera, etcétera, aunque tampoco puedo ocultar que lo he agradecido infinito en el alma, básicamente por el ahorro de tostón y porque me sigue pareciendo que la gente, incluso las corporaciones, tiene derecho a celebrar lo que le apetezca de la manera que le apetezca.

Y bien, con ocasión del Gran Premio de Alemania 2019, Brackley ha vestido sus W10 con una decoración que tampoco es que me encandile demasiado. 

Hay muy buenos diseñadores por los mundos de Dios —Daniel Simon hizo virguerías con un HRT— y no entiendo muy bien cómo se ha llegado a un resultado tan simplón.

La diferencia entre los dos colores apenas se aprecia porque su efecto visual es muy similar. El juego del blanco dejando paso al plateado es escalofriantemente infantil, y criminal reducir el antiguo logotipo de la casa a una anéctota en la punta de la nose... Vamos, que se me ocurren mil maneras más efectivas de asesinar vilmente un momento tan bonito e irrepetible como la celebración de 125 años de vida en las carreras.

En fin, como decía hace unas líneas, cada cual hace de su capa un sayo y ante esto no cabe otra que cerrar la boca y pedir respect, much respect!, fundamentalmente porque cualquiera tiene una mala tarde en la mesa de dibujo o frente a la pantalla del ordenador, o, mismamente, Toto la tuvo cuando admitió a trámite el diseño definitivo. En todo caso, esto me ha recordado cuando se decía del noble Mercedes-Benz 190 que era el coche de los charcuteros y carniceros, de la gente con dinero y aspiraciones pero sin demasiado gusto, mientras que los BMW de entonces sí que tenían clase, dentro de Alemania y fuera de ella.

Os leo.

1 comentario:

matador dijo...

Hola,

Creo que en eso Red Bull nos ha mal acostumbrado a todos, aunque a veces, incluso se pasen de horteras. Todavía está en la retina de cualquier aficionado aquella librea de Star Wars que lucieron en Mónaco hace más de diez años, con los Storm Troopers cambiando neumáticos y Darth Vader al mando del Looley-Pop.

Siento parecer uno de los viejos de la tasca que comentan que lo de antes siempre era mejor, pero después de las libreas de Benetton, es difícil volver a ver un coche de F1 bonito, si acaso aquel 1er BAR con un costado para Luckye y el otro para 555 unidos por una cremallera central. Te veo haciendo una entrada de libreas históricas y ya estoy salivando...

No lo tenían difícil los de Merche, con sólo dejar el coche blanco y recuperar el antiguo logo, aunque mantuvieran el resto de Partners en su sitio en blanco y negro...

En lo que no estoy de acuerdo es en lo del venerable 190. Fíjate cómo ha envejecido de bien en comparación con el BMW, y fíjate quienes son ahora sus conductores.

Salu2!